El Ministerio de Fomento ha dado el pistoletazo de salida a la remodelación de la estación de alta velocidad Madrid Puerta de Atocha, ideada por el arquitecto Rafael Moneo hace años. El proyecto persigue ampliar la infraestructura para crear una superestación con capacidad para más trenes y hasta 40 millones de pasajeros, el doble que ahora, con el objetivo de eliminar los cuellos de botella y prepararla para la futura entrada en servicio de las nuevas líneas de alta velocidad. No en vano, el Ejecutivo espera incorporar a la red siete nuevos destinos en 2019, tal y como aseguró de Íñigo de la Serna, ministro de Fomento, durante la inauguración de un foro de infraestructura de Deloitte.
El proyecto, que se empezará a licitar en 2019, contempla una inversión de 661 millones de euros en total y un plazo de ejecución de entre cuatro y cinco años (hasta 2023). Del presupuesto, 423 millones se invertirán en la propia Atocha, donde se construirá una nueva estación pasante para dar servicio al túnel que la conecta con Chamartín, conocido como tunel de la risa. Esta nueva estación será subterránea y contará con cuatro vías y dos andenes. La infraestructura forma parte de los planes de Fomento de "vertebar el conjunto del país interconectando todas las líneas del AVE que pasan por Madrid, permitiendo que tanto Atocha como Chamartín pasen de ser fondos de saco (terminales) a pasantes". El resto de la inversión, 237,6 millones de euros, se destinarán a la remodelación necesaria de las vías de Chamartín. Y es que la programación de las obras de Atocha está condicionada por las actuaciones a desarrollar en la estación de Chamartín, ya que hay que aumentar a seis el número de vías con ancho internacional, que dan servicio al AVE, y reducir a 15 las de ancho ibérico.
La inauguración del túnel entre las dos principales estaciones de tren de Madrid recortará en unos 20 minutos los viajes entre el norte y el sur de España, ya que no hará falta cambiar de estación (las vías del sur y el este paran en Atocha y las del norte en Chamartín). Eso sí, no se realizarán paradas hasta que se terminen la ampliación. Las obras del túnel, que pasa por debajo de ocho líneas de metro, han tenido un presupuesto de 322 millones, por lo que el coste del proyecto se eleva a los casi 1.000 millones. La cifra que llega hasta los 1.200 millones si se incluye un baipás de conexión de la línea de Barcelona, por 90 millones, y otras actuaciones.
El proyecto de ampliación también contempla la creación de nuevos accesos y la remodelación y unificación del vestíbulo de la estación de Atocha. En concreto, se abrirá una entrada directa por la calle Méndez Álvaro y otra por la zona de la Glorieta Carlos V, ya que se persigue la integración de la marquesina tradicional. "Se llevarán a cabo actuaciones de modificación en el interior de la estación histórica para recuperarla como acceso prioritario", aseguró De La Serna.
"Hay que reordenar lo que hay dentro y reformular la disposición de los elementos con el máximo respeto a valor de la estación para crear espacios diáfanos", sentenció sin dejar claro si se respetará o no el jardín botánico. En este punto, De La Serna explicó que se eliminará una vía de alta velocidad (habrá 14) para dar luz natural a la estación pasante.