Cecilia Heesok Paek
Seúl, 23 oct (EFECOM).- Corea del Sur y Estados Unidos reanudaron hoy las negociaciones sobre su Tratado de Libre Comercio (TLC), en medio de las protestas de los agricultores y el nerviosismo existente en los dos Gobiernos por la prueba nuclear norcoreana.
Las delegaciones norteamericana y surcoreana encargadas de tratar de avanzar en estas difíciles negociaciones comerciales se reunieron en la isla de Jeju, en el sur del país, sin muchas perspectivas de estrechar la brecha que se abre entre las dos partes.
En los últimos días, ha contribuido a ese ambiente enrarecido la disputa surgida entre Seúl y Washington ante la aplicación de las sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU contra Corea del Norte por el ensayo nuclear realizado el pasado 9 de octubre.
Algunas de esas sanciones son vistas con recelo en el Gobierno de Seúl, que teme que un empeoramiento de sus relaciones con Corea del Norte pueda derivar en una fuga de capital del Sur y en la pérdida de las fuertes inversiones surcoreanas en ese estado vecino.
Además, el fondo sonoro de las conversaciones de hoy lo pusieron las proclamas de protesta que llenaron las cercanías del hotel donde se celebra la conferencia con las voces de miles de agricultores y miembros de otros grupos que se verán afectados por los recortes al proteccionismo que supondrá el TLC.
Sólo en Jeju se reunieron unos 10.000 manifestantes, de los que 4.000 eran agricultores y el resto activistas de organizaciones contrarias al TLC y estudiantes.
En uno de los recesos de esta cuarta ronda de diálogo sobre el TLC, que durará hasta el viernes, el jefe de la representación surcoreana, Lee Hae-min, calificó las negociaciones como "difíciles" y otro alto funcionario de Seúl llegó a describir la atmósfera que las rodea como "sombría", citó la agencia Yonhap.
Un síntoma de la lentitud que se espera que caracterice estas negociaciones la dio la jefa de la delegación norteamericana, Wendy Cutler, quien se manifestó contraria a establecer un plazo para el fin del proceso de conversaciones.
Este proceso comenzó, el pasado junio, en Washington, y ambos países tenían previsto en un principio concluirlo en abril de 2007, a fin de que el TLC entrara en vigor a partir del 2008.
Sin embargo, un portavoz surcoreano explicó a Yonhap que EEUU no parece estar dispuesto a hacer concesión alguna en sectores muy sensibles para la economía surcoreana, como el del arroz.
Muchos de los manifestantes que hoy mostraron su oposición al TLC protestan contra el eventual fin de los subsidios para el arroz, producto básico en la alimentación del país.
"Nosotros, cuatro millones de personas que dependen de la agricultura, exigimos al Gobierno que pare las conversaciones para firmar un TLC con EEUU, sin que antes se haya logrado un consenso nacional", afirmó Seo Jeong-hee, líder de la Federación Coreana de Agricultores.
Según los críticos de un tratado de libre comercio, encabezados por la "Alianza contra el TLC entre EEUU y Corea del Sur", la firma de ese pacto equivaldrá a "poner la economía surcoreana en manos norteamericanas", lo que provocará "la polarización social" y "la destrucción de la agricultura y el medio ambiente" del país.
Durante las protestas de este lunes, se produjeron algunos choques entre los manifestantes y los cerca de 10.000 policías antidisturbios desplazados a esa isla paradisiaca de Corea del Sur que acoge las negociaciones.
Pero las diferencias no se reducen al sector agropecuario, pues desde la anterior ronda de conversaciones, celebrada en Seattle, EEUU, se han ampliado las discusiones en torno a los automóviles y los fármacos surcoreanos.
Seúl ha puesto sobre la mesa de las negociaciones la demanda de apertura del mercado textil norteamericano y la negativa de Washington a restringir sus leyes contra la competencia desleal que ahora penalizan los productos electrónicos y de alta tecnología de Corea del Sur.
La siguiente ronda de diálogo está prevista ya para diciembre próximo, de ahí la necesidad de concluir esta reunión de Jeju con algún tipo de compromiso.
Si se firmara el TLC entre los dos países, éste sería el mayor acuerdo comercial suscrito por EEUU desde que lanzó el tratado de libre comercio con México y Canadá, en 1994, dada la magnitud del mercado surcoreano y sus ramificaciones en Asia.
Corea del Sur es el séptimo socio comercial de Washington y para las empresas surcoreanas Estados Unidos supone su segundo mayor mercado, tras China.
La balanza comercial de los dos países se situó en el año 2005 en torno a los 72.000 millones de dólares. EFECOM
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