
El 54% de las empresas españolas asegura haber sufrido algún tipo de fraude económico en los últimos dos años, por encima de la media mundial (49%) pero un punto porcentual menos que en 2016, según una encuesta de la consultora PwC.
Desde 2009, año en el que empezó a crecer exponencialmente la detección de delitos económicos, el porcentaje de compañías afectadas ha crecido casi veinte puntos, del 35% al 54%.
El 50% de estos delitos son cometidos por personas de dentro de la organización (miembros del equipo directivo y cargos intermediarios) y un 33% provienen de fuera de la compañía (proveedores, clientes, hackers y competidores), mientras que el origen del 17% restante no se ha precisado.
El incremento registrado desde 2009 es consecuencia del desarrollo de las nuevas tecnologías y de una mayor implantación y efectividad de los mecanismos de detección.
¿Cuáles son los principales delitos?
Los principales delitos que sufren las empresas en España son la apropiación indebida, la corrupción, el soborno, la manipulación contable, y el 'ciberfraude'.
El 32% de los encuestados asegura haber tenido pérdidas de entre 100.000 y un millón de dólares (de entre 81.004 y 810.569 euros) como consecuencia del delito más grave experimentado en los últimos dos años, mientras que un 34% eleva las pérdidas por encima del millón de dólares.
A este impacto económico se suman los costes indirectos, entre los que se incluye el gasto de los abogados o de las investigaciones internas, y los daños que afectan a otros aspectos de la empresa, como la reputación o la percepción de los empleados.
En los últimos dos años, un 69% de las compañías españolas han aumentado el presupuesto destinado a luchar contra el delito económico y un 58% tiene previsto continuar con esta inversión durante los próximos dos ejercicios.
Sin embargo, a pesar de este incremento en el presupuesto, una de cada diez empresas españolas reconoce que, en los últimos dos años, no ha realizado ningún tipo de revisión ni de evaluación de su exposición al riesgo ante estos delitos económicos.
España se sitúa en línea con los países de nuestro entorno: el 50 % de las empresas de Reino Unido y Alemania, respectivamente, han experimentado estos ataques, en tanto que Estados Unidos, un 53%.