La farmacéutica Almirall le ha pagado a su nuevo consejero delegado, el belga Peter Guenter, el sueldo de al menos un año entero en apenas tres meses que lleva en el cargo. Según recoge el informe de retribuciones anuales de 2017, el laboratorio de los hermanos Gallardo ha abonado a Guenter, fichado el pasado 1 de octubre, un total de 2,35 millones de euros, una cifra similar al sueldo anual que tenía su antecesor en el cargo, el español Eduardo Sanchiz. La razón de tan alta remuneración en tan poco tiempo viene recogida en el propio documento y se explica por un pago extra de 2,14 millones de euros que el nuevo primer ejecutivo cobró en el momento de ser contratado.
Según informa Almirall, el primer directivo, "además de su remuneración en calidad de consejero, percibió un salario fijo bruto anual de 200.000 euros y una compensación adicional de 2,14 millones de euros en concepto de incentivo de contratación".
Almirall precisa en el informe que Guenter tiene una cláusula contractual de preaviso en el caso de extinción del contrato de tres meses, tanto para él como para la compañía. "Existe una indemnización por terminación (salvo despido disciplinario procedente) de una anualidad (sueldo base) más el 75 por ciento de la remuneración anual variable correspondiente, durante los dos primeros años", añade la compañía en referencia a las condiciones de indemnización de su nuevo consejero delegado.
Por su parte, el exconsejero delegado de Almirall, Eduardo Sanchiz, percibió 2,85 millones de euros en 2017, un 10,7 por ciento más que en 2016, una cantidad que incluye la indemnización de 800.000 euros que Almirall le abonó al dejar de ser consejero delegado.
La contratación de Guenter y la indemnización de Sanchiz explican que el consejo de Almirall percibiera en 2017 un total de 6,45 millones, frente a los 3,83 millones de euros de 2016, lo que supone un incremento del 162 por ciento.
La compañía de la familia Gallardo tuvo unas pérdidas de 304 millones de euros el pasado año, atribuibles en gran parte a su filial Aqua en EEUU, en la que Almirall ha asumido pérdidas por deterioro de activos de 246 millones.