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Fernando Alonso: El 'crack' de la Fórmula 1

Fernando Alonso ya es bicampeón del mundo en F1. Foto: eE
¿Quién no quiere vivir de lo que le gusta? Quizá sea ese uno de los más importantes factores que empuja a Fernando Alonso a ser el mejor y más joven piloto, bicampeón mundial ya, de la exigente competición de la Fórmula 1.

La carrera de ayer, muy esperada por todo aficionado a esta disciplina deportiva, no fue más que la guinda del pastel de un trabajo bien hecho a lo largo de toda la temporada, por supuesto, por parte del equipo Renault, y cómo no, por Alonso, que aunque irregular en la última parte del campeonato, consigue llevárselo por segundo año consecutivo.

Este ovetense de 25 años tiene la suerte y la bendición de que su profesión, en la que es un crack, sea además su pasión; su color favorito es el negro del asfalto, y su olor, el de la gasolina. Y alguien que llega a lo más alto no olvida cómo ha llegado hasta ahí, empezando por su familia, a la que venera.

Desde muy pequeño se vio apoyado por su padre, un especialista en explosivos al que le apasionaban las carreras de karts y que hizo todo lo posible para que Nanín, como le llamaban en su entorno más cercano, empezara a competir en las carreras de estos pequeños bólidos. Para esto, además de mucho entrenamiento y apoyo, hay que valer, y como demostración de lo que era capaz y promesa de lo que podría hacer ganó su primera carrera con sólo siete años, en junio de 1988, en Pola de Laviana.

Nadie duda de que para llegar a la F1 hace falta mucho apoyo económico, además de la propia valía. Por eso, aunque al principio le costó, empezaron a llegar los primeros en ayudarle más allá de su familia, como Genis Marcó o Adrián Campos, quienes le apoyaron en sus cada vez más frecuentes desplazamientos a carreras.

Entonces, y debido a que se subió a aquel kart con sólo tres años, ya contaba con más experiencia al volante que la mayoría de sus rivales, lo que hacía que en muchas competiciones fuera el piloto más joven en la pista. Pero la experiencia y la sangre fría de la que hace gala hicieron que eso no fuera un problema para ser el mejor.

Y así le pasó en las categorías superiores a las que fue accediendo, como la Fórmula Nissan, la Fórmula 3000 y ya posteriormente, en el año 2001 con Minardi, en la Fórmula 1. Desde entonces sus dos mayores logros fueron en el Gran Premio de Malasia de 2003, cuando se convierte en el piloto más joven en conseguir una pole, y sobre todo el año pasado, cuando es flamante campeón del Mundo de la F1, con sólo 24 años.

Aunque siempre se habla de sus triunfos y de su temple, a la parte más personal de Alonso no le gusta la fama, y siempre ha querido mantener las distancias entre su vida pública y su vida privada. Su costumbre de decir las cosas a las claras, sin diplomacia, le ha llevado a tener ciertos roces con algunos sectores de la prensa especializada.

Sea lo que fuere, en el Gran Premio de Brasil celebrado ayer volvió a demostrar que es un crack en la pista y que tiene mucho futuro.

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