Esta es la historia de cómo Peter Pan, el niño que no quería crecer, ayudó a millones de niños a hacerse mayores. Y de cómo hoy, un siglo después, el eterno chiquillo ha vuelto a volar para seguir curando a muchos niños enfermos.
El creador de Peter Pan, el escritor escocés James Matthew Barrie, había cedido en 1929 los derechos de su obra al Great Ormond Street Children's Hospital, el gran hospital pediátrico de Londres. Un donativo generoso, confirmado después por Barrie en su testamento, tras fallecer en 1937. Desde entonces, millones de libras esterlinas llenaron las arcas de este hospital, uno de los centros de investigación especializados en enfermedades infantiles más grande y más avanzado del mundo.
La única exigencia del escritor fue que nunca fuese revelado el montante exacto de los derechos de autor, un deseo que el hospital siempre respetó a rajatabla.
Libre del copyright
Pero las inexorables leyes que regulan estas materias en Europa establecen que los derechos de autor deben cesar 70 años después de la muerte del escritor. Así pues, a finales de 2007, todas las obras literarias de Barrie quedarán libres del copyright y el río de fondos que hasta ahora llegaba por ese cauce al hospital corría el riesgo de convertirse en un riachuelo.
Por eso, el Great Ormond Street Hospital (conocido con el alegre acrónimo Gosh) pensó, entonces, en la forma de hacer que Peter Pan siguiese financiando la investigación y la ampliación del hospital. Y tuvo la idea de encargar la primera continuación oficial del libro.
Un escritor adecuado
En el año 2004, precisamente para festejar el centenario de la publicación de la obra original, el Hospital convocó un concurso para encontrar al escritor más adecuado para hacerlo. Más de 200 candidatos de todo el mundo enviaron sus propuestas. El jurado, entre cuyos miembros se encontraba, entre otros, David Barrie, biznieto del autor, eligió entre todos ellos a Geraldine McCaughrean, una escritora inglesa especializada en libros para chavales, que lleva publicados 140 volúmenes y que ha ganado todos los grandes premios de literatura infantil.
"Tuvimos muchas dudas -dice Christine de Poortere, de la Peter Pan Project Director del Gosh- porque escribir la continuación de una obra tan célebre y tan amada siempre es un riesgo. McCaughrean fue la elegida porque supo hacerse con el lenguaje, el estilo y, sobre todo, con el espíritu de Barrie".
Según cuenta la propia escritora, afrontó el reto trasladándose con la mente y el corazón al País de Nunca Jamás, descubriendo y poniendo al día los personajes originales e inventando otros nuevos.
La segunda parte
Hace pocos días se publicó Peter Pan in Scarlet, la primera continuación autorizada, con una tirada de 500.000 ejemplares. Los beneficios del libro se dividirán a medias entre la autora y el hospital. "Así, Peter Pan -dice David Barrie- seguirá ayudando a los niños a curarse durante otros muchos años. Mi bisabuelo estaría feliz ".
Nadie quiere avanzar previsiones, pero parece que el libro contiene todos los ingredientes de un bestseller internacional. Peter Pan in Scarlet ha conseguido ya reseñas entusiastas y está escalando puestos rápidamente en las clasificaciones de los libros más vendidos. En Gran Bretaña, las dos primeras ediciones se agotaron y Oxford University Press está ya distribuyendo la tercera.
"Sabía que sería un gran acontecimiento, pero el éxito desborda ya nuestras más optimistas previsiones", asegura De Poortere.
La evolución de los personajes
Peter Pan in Scarlet está ambientado en 1926, 20 años después del personaje original. Los personajes, con la excepción de Peter Pan, han crecido. Wendy se transforma en mujer y madre. Los Niños Perdidos son "viejos chicos", adultos responsables y padres de familia. Todos siguen soñando con Peter Pan y todos tienen que volver a la isla de Nunca Jamás. Para hacerlo, sin embargo, deben convertirse todos en niños, con la ayuda de una hada madrina.
Comienza así la nueva aventura, en la que se contempla también el retorno del Capitán Garfio y de Campanilla. El clima, sin embargo, es más triste y las aguas que rodean la isla están contaminadas. Terminó el eterno verano y comienza un oscuro otoño. Las hojas se tornan rojas y amarillas, incluso las de la túnica de Peter Pan.