
José Creuheras, presidente del Grupo Planeta, ha salido fortalecido de la pugna con José Manuel Lara García, hijo del fundador de la editora, José Manuel Lara, fallecido en enero de 2015. Así, el presidente de la editora propuso ayer al consejo de administración el cese del heredero como consejero delegado del grupo, para concentrar todos los poderes ejecutivos en la figura del vicepresidente, cargo que está ocupado por Carlos Fernández, que a su vez es el hombre de confianza de Creuheras. No en vano, ambos llevan más de dos décadas trabajando en el grupo editorial de origen catalán.
El consejo aprobó dicha propuesta con una amplia mayoría, dando por cerrada la rebelión interna que se estaba cociendo ante los sucesivos enfrentamientos entre el vicepresidente y el hasta ayer consejero delegado sobre el rumbo que tenía que tomar el grupo. Pese a su destitución, Lara seguirá formando parte del consejo como uno de los dueños del grupo, pero no estará en el día a día de la compañía.
Fuentes cercanas al consejo no han dudado en señalar que Lara hijo no tenía ni la experiencia ni la capacidad para llevar las riendas de un grupo tan grande como Planeta. "Se ha decidido quitar las funciones ejecutivas a José Manuel Lara García para dárselas a una persona que puede llevar mejor el proyecto. Planeta es un grupo muy potente y tiene que tener al frente alguien más senior, con más experiencia y capacidad para llevar el proyecto", aseguran fuentes cercanas al consejo del grupo.
A su vez, estas mismas fuentes del entorno no han escondido los constantes desencuentros que había entre los dos directivos. Así, estas mismas fuentes reconocen que no había "sintonía" entre Lara hijo y el vicepresidente, lo que ha terminado de detonar su salida de la dirección "antes de que pase algo". "Tenían visiones diferentes de lo que tenía que ser el grupo y de cómo hacer las cosas y se ha decidido seguir con el vicepresidente", sentencian.
En este sentido, Planeta ha asegurado, de forma oficial, que el movimiento es "puramente profesional" y que solo persigue asegurar el futuro de la compañía. "Con esta decisión, el máximo órgano de gestión quiere dar un nuevo impulso a la compañía, en un contexto global de gran transformación de los modelos de negocio en los ámbitos del libro, la información, la formación y el entretenimiento audiovisual. El Consejo ha agradecido la labor realizada hasta ahora por José Manuel Lara García en sus funciones ejecutivas dentro del grupo", asegura la firma en un comunicado de prensa.
Planeta, que también es el principal accionista de Atresmedia, no ha publicado todavía los resultados de 2016, por lo que no se puede hacer un balance de los primeros años de Lara hijo al frente del grupo. Las últimas cuentas depositadas en el registro mercantil son de 2015, el año que falleció Lara Bosch y que está marcado por la transición. En ese ejercicio, el grupo logró salir de pérdidas tras ganar 15,6 millones de euros y registró un aumento de los ingresos del 8 por ciento.
Las cuentas fueron cuestionadas por KPMG, ya que el editor de La Razón no registró la depreciación de su participación en Banco Sabadell en la cuenta de pérdidas y ga- nancias. La sociedad llevó a reservas el deterioro neto de las acciones, que superó los 15 millones de euros. Si hubiera registrado el deterioro como indica el auditor (en la cuenta de pérdidas y ganancias), el grupo no habría conseguido registrar beneficios.