
Estados Unidos ha cerrado la puerta a la aceituna española. El sector considera que tras el nuevo arancel aprobado el sábado de madrugada la exportación se ha convertido en una misión prácticamente imposible. El Departamento de Comercio norteamericano acordó, en concreto, imponer una tasa adicional del 17,13% y de aplicación inmediata sobre la aceituna de mesa negra. Es un arancel que se suma al aprobado a finales de noviembre, cuando el Gobierno de Donald Trump impuso ya otro provisional del 4,47%.
"Estos nuevos aranceles adicionales tienen un importante efecto directo sobre todo el sector de la aceituna de mesa de España, que ve amenazada la continuidad de una parte muy importante de sus exportaciones a un país tan relevante como EEUU", asegura Antonio de Mora, secretario general de Asemesa, la Asociación Española de Exportadores e Industriales de Aceituna de Mesa.
La organización denuncia "la desmesurada agresividad de las investigaciones estadounidenses" y explica que "la metodología utilizada por el Departamento de Comercio para proceder al cálculo preliminar del margen de dumping es incompatible con la normativa de la OMC, la Organización Mundial del Comercio".
De Mora no duda en acusar a Trump de actuar "en beneficio de la industria californiana, que busca de esta forma conservar su mercado nacional, pero también de otros países competidores como Portugal, Grecia, Egipto, Marruecos o Turquía, a los cuales no se le aplican". El problema de fondo es que las exportaciones de aceitunas negras españolas se sitúan ya alrededor de los 70 millones de euros y han acaparado en los últimos años un tercio del mercado.
Distintas tasas
El primer arancel aprobado hace dos meses se impuso debido a las subvenciones, que, según el Gobierno norteamericano, estaba concediendo la Unión Europea al sector. Sin embargo, había otras dos investigaciones más en marcha. El Departamento de Comercio ha impuesto ahora la nueva tasa al considerar que las empresas españolas aprovechan esas subvenciones para hacer dumping y vender por debajo de costes o del precio que lo hacen en el mercado nacional.
Pero el problema no acaba ahí porque en junio la International Trade Commission (la Comisión de Comercio Internacional) debe decidir si la importación de aceituna negra de España está causando daño al sector californiano o supone una amenaza para el mismo, con lo que se impondría un tercer arancel.
Empresas investigadas
La tasa aprobada ahora es la media ponderada de los aranceles impuestos a las tres empresas del sector que el Departamento de Comercio seleccionó como representativas del mismo para llevar a cabo su investigación. Estas empresas, que según Asemesa han colaborado en todo momento con las autoridades, deberán hacer frente así a distintos aranceles de forma provisional. En el caso de Aceitunas Guadalquivir se eleva al 16,8%; en el Agro Sevilla Aceitunas, al 14,64%; y en el de Ángel Camacho al 19,73%.
De hecho, estas tres empresas soportan ya distintos aranceles tras la aprobación de la primera tasa. Entonces se estableció una gravamen del 2,31% para Aceitunas Guadalquivir; del 2,47% para Agro Sevilla y del 7,24% para Ángel Camacho. Todas ellas tendrán que replantearse la venta a EEUU.