
Alexandre Meira da Rosa es vicepresidente de países en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), entidad que tiene como objetivo financiar proyectos de desarrollo en Latinoamérica, y atiende al elEconomista para valorar la coyuntura económica de la región.
¿Cómo puede afectar la situación de Venezuela a sus países vecinos?
El impacto en los países del entorno puede ser más de naturaleza humanitaria. Ya se puede ver en el número del flujo de refugiados a Colombia y en menor grado a la frontera de Brasil.
¿Podrá revertir este país la crisis?
La crisis de Venezuela necesita una solución de la situación política más que de la económica. La situación económica es problemática y bastante grave, y más por las sanciones, en términos de compromisos de deuda, pero creo que la situación política es mucho más grave. Pero la situación real de Venezuela es difícil de analizar, ya que la comunidad internacional no tiene datos. Las cifras son de origen privado, ya que el Gobierno no comparte información con el Fondo Monetario Internacional.
¿Tiene el proteccionismo comercial de Trump un efecto negativo en la economía latinoamericana?
La percepción ha mejorado muchísimo. Antes de que Trump fuera elegido presidente había una retórica electoral. Lo que yo percibo es que hay una postura distinta del Gobierno americano, y una distinta orientación de sus políticas.
¿Cómo ve la economía mexicana tras la elección de Trump?
El dato de crecimiento de México es muy interesante, porque muestra una resistencia muy grande de la economía a las turbulencias por las que pasó la región entera. Latinoamérica está saliendo muy despacio de un periodo de crecimiento muy bajo durante los últimos años, sobre todo de las grandes economías, a excepción de México y Colombia. Esta resistencia de la economía mexicana se debe a las reformas de modernización de la economía e integración hacia el resto del mundo.
¿Qué relevancia tiene España en el crecimiento en Latinoamérica?
El rol de España es muy importante, es uno de los principales inversores extranjeros en Latinoamérica, junto con Estados Unidos. Y en infraestructura, es el inversor extranjero más importante, ya que las empresas españolas han apostado por la región con mucho éxito en las áreas de telecomunicaciones e infraestructura. Y nos debemos fijar en el caso español de crecimiento y transición hacia un país de rentas altas. Aprendemos de los aciertos, pero también de los errores. En la medida en que Europa y España retomen su crecimiento hay grandes expectativas de que los inversores españoles vuelvan a mirar hacia Latinoamérica como destino de inversión financiera, que se mantiene activa.
¿Qué pueden hacer los gobiernos de la región para atraer la inversión privada a sus países?
Sin duda, hay pasos que deben ser tomados, sobre todo estableciendo marcos jurídicos sólidos para las concesiones, y con proyectos que sean viables. Ya se han hecho cosas, como Argentina, que ha atraído mucho capital privado para infraestructuras en las últimas décadas. Pero los gobiernos deben prepararse mejor para la elaboración de sus proyectos para atraer la inversión privada. Colombia es un ejemplo reciente de un país que tomó su tiempo para armar un programa de concesiones sólido y que ha conseguido atraer inversión privada y extranjera a la infraestructura.