Empresas y finanzas

Avanzabus se enfrenta en 2018 a otra oleada de huelgas en Madrid

  • Ultima una nueva ronda de negociaciones para frenar el conflicto

Avanzabus se enfrenta a una nueva oleada de huelgas en el sur de Madrid (Alcorcón, Parla, Leganés, Griñón, Torrejón de Velasco, Casarrubuelos...) Los conductores y mecánicos de la compañía aprobaron la semana pasada redoblar el pulso contra la dirección de la empresa para poder arrancarles las mejoras sociales y salariales que llevan meses reclamando sin éxito. No en vano, el conflicto entre la filial de Avanza Spain y sus trabajadores empezó en el tercer trimestre del año llevando a los niños de los pueblos del sur de la Comunidad a tener que ir andando a sus colegios.

Los nuevos paros convocados empiezan el 2 de enero y se extenderán hasta mediados de febrero (serán tres días por semana), poniendo en peligro la concesión de Avanza por incumplimiento reiterado de servicio. El contrato fue adjudicado por el consorcio de transportes de la Comunidad de Madrid que en última instancia tendría que hacer de árbitro para solucionar el conflicto laboral en caso de que siga enquistado.

Esta nueva oleada de paros, que se suma a la manifestación del 26 de diciembre, ha llevado a la compañía, propiedad del grupo mexicano ADO, a movilizarse para tratar de llegar a un principio de acuerdo con los sindicatos (el comité de huelga) antes de que termine el año, lo cual parece complicado, y así conseguir desconovocar las huelgas. Según informan fuentes sindicales, Avanza estaría ultimando una ronda de negociaciones para los próximos días con la voluntad de sentar las bases para desarrollar la negociación el año que viene con "una posición más cercana al acuerdo". Al cierre de esta edición no se habían concretado los acercamientos.

Los trabajadores de Avanza Interurbanos critican que las últimas reuniones mantenidas con la empresa no "han servido de nada" ya que las posturas de las partes están muy alejadas. "Avanza Interurbanos sigue en la lucha para reivindicar la devolución de los derechos perdidos y la recuperación del poder adquisitivo", aseguran los sindicatos.

Según explican desde CCOO Viajeros, la plantilla quiere que la empresa se vuelva a hacer cargo del coste de los tres días de baja que se puede coger cualquier trabajador por enfermedad leve sin que la Seguridad Social se haga cargo de su sueldo. Hasta 2013, la empresa se hacía cargo del coste de las bajas, pero a partir de ese año empezaron a repercutir en el salario de los trabajadores. En este punto, critican que la empresa sólo se haya ofrecido a pagar el 5%. A su vez, también quieren recuperar el pago de las horas extra, que ahora se compensan con vacaciones, mejoras de horarios y libranzas para favorecer la conciliación familiar y asegurar el mantenimiento de los autocares.

La compañía, que pactó los recortes en 2013 con la plantilla alegando malos resultados, asegura que no puede responder a las exigencias de mejora porque no termina de salir de pérdidas, informan fuentes sindicales. En este sentido, la firma no ha querido hacer declaraciones sobre el conflicto.

A su vez, es difícil llegar a un acuerdo en el seno del comité de huelga porque está formado por cinco sindicatos y varios colectivos con intereses encontrados.

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