
La presidenta de la comisión que investiga en el Congreso la crisis financiera, Ana Oramas, despidió así a Elke König: "Le agradezco mucho su presencia, pero casi ninguna pregunta ha sido contestada. Ha desperdiciado una ocasión única para demostrar que las cosas se hicieron bien, de haber aclarado algo que no haya salido antes en los medios de comunicación".
Y es que la intervención de la presidenta de la JUR dejó a los diputados con la sensación de que se había burlado de ellos. Tras la marcha apresurada de König (tenía que tomar un vuelo de vuelta a Bruselas), varios diputados no acababan de creer que la máxima representante de la institución de resolución hubiera sugerido que para acceder a la información adicional sobre el informe de Deloitte que se publicará antes de fin de año, deberían acudir a la página web de la JUR. "Espero que el Parlamento español se entere por otra vía que no sea la web", le reprochó Oramas.
Y es que König aportó muy poca luz sobre el proceso de resolución del Banco Popular, de las causas de su inviabilidad, de las valoraciones sobre las que se basaron las medidas y sobre si hubo o no otros escenarios posibles menos traumáticos.
Su comparecencia se centró en explicar, casi de forma didáctica, cómo funciona el organismo y en repetir datos sobre el Popular de sobra conocidos. Entre las pocas novedades, König aseguró que antes de hacer público el informe de Deloitte deberá consultar a todos los implicados, como el Santander, por si se ve como perjudicado, y que el Panel de Apelación de la JUR decidirá qué datos se difunden y qué datos siguen siendo confidenciales.
Si sobre el informe en el que se basó para justificar la resolución del Popular siguió defendiendo la opacidad en aras de la estabilidad financiera, sobre el documento definitivo, que también corre a cargo de Deloitte, König continuó con el mismo tono al explicar que cuando esté listo, seguramente en febrero, "ya se verá qué parte se puede hacer pública".
Este informe es el que debe establecer si los accionistas y bonistas del Popular quedaron en peor situación por la resolución que por un procedimiento concursal. En el caso de que la actuación de la JUR hubiera resultado más perjudicial, König afirmó que el MUR debería responder, pero "no creo que sea así".
Sobre posible acuerdo previo
Se le insistió, desde la mayoría de los grupos parlamentarios, si hubo un acuerdo previo para favorecer al Santander. König lo negó, y aseguró que no se le ofreció garantía alguna sobre los riesgos que corría con la compra, por lo que entiende que se le puede reclamar a este banco por el Popular en los juzgados. "Cualquier riesgo jurídico lo debe afrontar el Santander", recalcó, si bien instantes antes había admitido la responsabilidad de la JUR.
También le preguntaron si era cierto que dos bancos de inversión, Deustche Bank y Barclays, estaban dispuestos a inyectar capital en una eventual ampliación del Popular. König aseguró que esas noticias le venían por la prensa, pero que ni el Popular habló de que "hubiera planes de rescate", como podría haber sido la ampliación, ni "la JUR encontró bancos que tocaran en nuestra puerta para apoyar al Popular". Solo estaba el Santander, después de que un segundo banco, que tuvo acceso a los datos sensibles del Popular, no presentara oferta.
Quizá donde realizó una explicación más contundente fue sobre las dos filtraciones que se le atribuyen. Ella explicó que la primera, del 23 de mayo a Bloomberg, solo afirmó que "la JUR no habla de entidades en concreto. El Popular, como otros bancos, está siendo estudiado por nosotros". Matizó que era una forma de decir que no iba a hacer comentarios. Sobre la segunda, del 31 de mayo a Reuters, König negó que la información procediera de la JUR. Ella se encontraba en EEUU y aunque asegura que preguntaron al periodista de la agencia de dónde había salido la información, a día de hoy la institución no está segura de que la filtración partiera de dentro.