Empresas y finanzas

La ingeniería exige a España que use los fondos de la UE para crecer en el exterior

  • Denuncia la falta de apoyo de Aecid frente a agencias de Francia y Alemania
Pablo Bueno, presidente de Fidex. eE

El sector de la construcción y la ingeniería ha intensificado sus demandas para que el Gobierno español promueva la actividad de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid) y ejerza "el papel que le corresponde" para ayudar a las empresas españolas en su internacionalización y asuma "el liderazgo a la hora de administrar fondos de ayuda al desarrollo de la Unión Europea (UE)", subraya el presidente del Foro para la Ingeniería de Excelencia (Fidex), Pablo Bueno.

Los proyectos de Ayuda al Desarrollo financiados por la UE constituyen a priori una de las grandes vías de crecimiento de las ingenierías en cualquier proceso de internacionalización. Existen actualmente herramientas, promovidas por la Comisión Europea, que garantizan los desembolsos de la ayuda como puede ser la cooperación delegada. El objetivo de ésta es apoyarse en la capacidad de las agencias de cooperación de los estados miembros y dividirse el trabajo por sectores y países a nivel mundial.

Con esta iniciativa, las agencias europeas han ido recibiendo encomiendas de la Comisión Europea para gestionar sus fondos directamente en aquellos países y sectores en los que tienen experiencia y capacidad. Para ello, Bruselas lanzó un procedimiento de acreditación para avalar los procedimientos de licitación y de gestión de las agencias e instituciones financieras para el desarrollo, entre ellas la Agencia Española para la Cooperación Internacional al Desarrollo (AECID). Y es aquí en principio donde está el foco de oportunidad para las ingenierías, aunque en opinión de las empresas España llegó tarde, al contrario que países como Francia o Alemania, que llevan ventaja.

En concreto, AECID se acreditó en el año 2011 y desde entonces apenas se ha beneficiado de estas modalidades de ayuda al desarrollo. En cambio, las agencias francesa y alemana, al ser las primeras en acreditarse, tienen diez años de ventaja en cuanto a experiencia y agilidad en el uso de estas nuevas herramientas, lo cual ha contribuido a mejorar sustancialmente el posicionamiento de sus ingenierías en países emergentes y en vías de desarrollo. No en vano, la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD) asegura haber gestionado 9.400 millones en 2016 para 600 proyectos en países en vías de desarrollo, incluyendo subvenciones, fondos europeos y líneas de financiación, mientras que la alemana, la KfW, alcanzó un volumen de 7.290 millones.

En este escenario, Francia y Alemania han liderado proyectos de transporte, agua y energía estratégicos para el desarrollo de los países en Europa, África, Asia y América Latina, consiguiendo un efecto de arrastre muy importante de las empresas de sus países. La ventaja es que las agencias alemana o francesa, al controlar directamente estos fondos, son ellas mismas las que licitan, contratan y pagan los servicios abriendo nuevas oportunidades a sus ingenierías. Así, ocurre que firmas galas como Sistra y Egis o la alemana Fichner se han tomado una posición privilegiada en América Latina, una región donde históricamente las españolas han tenido un papel principal.

Más mecanismos

La colaboración de las agencias de desarrollo con las empresas en Francia y Alemania les permitirá optimizar las oportunidades que brinda el nuevo Plan de Inversiones Exteriores de la UE, que ofrece 2.600 millones de subvenciones europeas y una garantía de 1.500 millones para proyectos publico-privados en África y Europa. Siendo España el cuarto mayor contribuyente a la UE, Aecid "debería aspirar a ser la cuarta agencia más importante" y, para ello, "debe aprovechar el potencial de estos instrumentos en países y sectores estratégicos, algo que en la actualidad no hace por falta de medios", señalan desde Fidex.

Así, para recortar distancias con sus homólogos alemanes y franceses, Aecid "necesitaría reforzar su capacidad para gestionar directamente los fondos, dotándose de mecanismos y procedimientos de licitación y de gestión de proyectos y, muy especialmente, apoyándose en la capacidad de gestión de las ingenierías españolas", agregan. "Debería apostar más por la infraestructura, energía y ciudades sostenibles como sectores prioritarios de intervención, consolidar su liderazgo en América Latina, y mirar a otras regiones estratégicas como África y el sur y este de Asia", apostillan desde la organización.

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