La cadena de moda catalana Mango anunció ayer en Lisboa que no plantea trasladar su sede social y fiscal fuera de Cataluña. En este sentido, su vicepresidente, Daniel López, aseguró que "no es un tema que esté ahora sobre la mesa" e hizo un llamamiento a la "estabilidad, sentido común, concordia, convivencia y trabajar por el empleo".
"Nuestro posicionamiento, y el de el 100% de los empresarios es que lo se necesita es estabilidad, sentido común, concordia, crecimiento y trabajar por el empleo", manifestó. López consideró que el conflicto en Cataluña es "esencialmente político".
Al ser preguntado por si Mango percibió algún boicot por el conflicto político, López afirmó que es "bastante imposible" responder a esto, ya que ha manifestado que el descenso de las ventas en octubre se puede haber debido a que ha sido un mes excepcionalmente caluroso, lo que afecta a su facturación.
El vicepresidente de Mango indicó, no obstante, que septiembre fue muy bueno en cuanto a facturación y admitió que octubre se situó "fuera de las expectativas" del sector desde un punto de vista negativo y también hay expectativas elevadas de cara a Navidad.
Sobre los resultados para el conjunto del ejercicio 2017, López no quiso avanzar la previsión de la compañía acerca de si cerrará con beneficios de nuevo, tras registrar el año pasado sus primeros números rojos de su historia, con 61 millones de euros de pérdidas. No obstante, sí aclaró que la "tendencia es relevantemente positiva".
Mango inauguró ayer su nueva tienda insignia en Lisboa, el séptimo establecimiento de Mango en la capital portuguesa, para la que ha acometido una inversión de 2,6 millones de euros. Durante este año, la firma ha inagurado 16 megastores en las que ha invertido 23 millones y prevé inaugurar tres más antes de que acabe el año.
