
Los medios de comunicación catalanes están notando en sus cuentas la aplicación del artículo 155. Una de las primeras medidas tomadas por el Gobierno de Mariano Rajoy tras coger las riendas de la Generalitat ha sido poner freno al elevado gasto en publicidad institucional con el que los ejecutivos catalanes llevan años regando a la prensa regional en general y proindependentista en particular.
Solo en 2016, el Govern, presidido entonces por Carles Puigdemont, repartió 30,7 millones de euros entre los distintos medios, de los cuales 20,7 millones fueron a los medios escritos (papel e Internet). En los últimos seis años, desde que el independentismo ha ido ganando peso, el gasto de Generalitat en publicidad institucional ha superado los 150 millones, convirtiéndose en una vía de ingresos fundamental para medios nacionalistas como El Punt Avui, Vilaweb o Nació Digital (ver gráfico).
"Se están cancelando las campañas apalabradas. Se ha parado todo. Este año se va a facturar mucho menos de lo esperado, porque se ha frenado la inversión en publicidad, cuya ejecución ya iba retrasada. Han entrado campañas como La Grossa (Loterías catalanas) y poco más, que son más bien comerciales", aseguran fuentes cercanas a los editores catalanes. La medida puesta en marcha por el Ejecutivo de Rajoy va en línea con el ajuste realizado al gasto en publicidad institucional nacional. El Gobierno central ha destinado este año 70 millones de euros a pagar la publicidad de los Ministerios, un 46% menos que en 2010. El año pasado, Moncloa no aprobó una partida para publicidad y en 2015 apenas fue de 48 millones. Así, mientras a nivel nacional la inversión se ha contenido, en la Generalitat ha subido año a año, desde los 21,6 millones de 2010 a los 30,7 millones de 2016.
Retraso en el pago de campañas
Al frenazo en el gasto publicitario del departamento de Presidencia se suma el retraso en el pago de las campañas y las subvenciones de 2016 que arrastra la Generalitat, cuyas cuentas están intervenidas por Hacienda desde hace más de un año. Así, algunos grupos aseguran que todavía no han cobrado todo lo firmado en 2016 y que existe mucha incertidumbre sobre la financiación institucional de cara a 2018, lo que puede complicar mucho el futuro de los medios más pequeños. Por otro lado, las subvenciones a las publicaciones en catalán convocadas para este año no se han cancelado, por lo que están garantizadas, aunque no existe certeza sobre cuándo se van a cobrar. Tanto Vilaweb como El Pun Avui reconocen en las cuentas de 2016 que a cierre del ejercicio todavía no se habían cobrado las ayudas concedidas.
El Punt Avui ya ha anunciado un ERE para el 40% de la plantilla, alegando "un recorte en las subvenciones", que se suma a los menores ingresos por publicidad. No en vano, en el año 2016 el 31% de los ingresos del diario proindependencia del grupo Hermes vinieron directamente de la Generalitat. Ese año ganó 345.000 euros. El corte a la publicidad también va a afectar de lleno a las pequeñas webs nacionalistas, como Nacio Digital, que consigue del Govern el 39% de su facturación o Vilaweb, que depende en un 25% del dinero público. El diario Ara obtuvo el 10% de sus ingresos de la Generalitat. A diferencia de El Punt Avui, Ara tiene unos 45.000 suscriptores que le aportan el 36% de sus ingresos (4,9 millones). Esta composición le permitirá sobrevivir a un desplome del dinero público, aunque le cueste más salir de pérdidas.