Empresas y finanzas

Aquí puede ir su publicidad, pero puede que no le guste

Imagen de Carlota a su vuelta al reality Gran Hermano.

Mucho antes de que Weinstein y otros fistros acosadores de la pradera americana (¡Chiquito, grande!) coparan los telediarios, aquí teníamos otro productor experto en bunga-bungas y dueño de Mediaset. No es de extrañar que la concesión con la que Berlusconi entretiene a los españoles utilice un supuesto caso de abuso sexual para tratar de salvar Gran Hermano.

No debería sorprendernos que la cotizada del ex primer ministro que popularizó aquellas bacanales subvencionadas de señoritas con babero se alimente de un asunto sórdido si con ello gana más dinero. El inhabilitado 'Cavaliere' de 81 años, cuyo partido acaba de triunfar en Sicilia, es tal vez el político que se ha enfrentado a más causas judiciales por temas relacionados con el sexo. Pero también es una de las mayores fortunas de Italia.

Además, esta temporada, con fracasos como 'All you need is love', 'Mad in Spain', 'Me lo dices o me lo cantas', y sobre todo el 'reality' que presenta el Jorge Javier, no está la cosa como para andarse con remilgos. Vasile, quizás un tanto apurado, no exigió a la concursante agredida que denunciase ante la justicia para volver a Guadalix. El morbo subió de un 12% a un 15% la cuota, lo que puede significar la diferencia entre cancelar o no.

"Yo estaba inconsciente cuando ocurrió", explicaba Carlota, la víctima. El Instituto de la Mujer ha dicho lo ruin que es rentabilizar esto, pero Soraya no se atreve a toser al duopolio con las elecciones catalanas ahí. La historia demuestra que lo único que puede llevar a reflexionar a Telecinco es que los anunciantes se nieguen a pagar por ver su imagen junto a escenas más sucias que Rato y Bárcenas jugando al Monopoly.

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