Toda vez que Bruselas ha despejado el camino para la OPA de Atlantia por Abertis, ACS sigue a la caza de un socio para poder afrontar una oferta que el mercado cada vez ve más cerca por la concesionaria.
La italiana está a la espera de que el regulador español se pronuncie, lo que se espera para este mismo mes de septiembre o en octubre, según publicó ya elEconomista. La clave para que la mayor constructora europea se atreva definitivamente está, precisamente, en obtener el apoyo de algún -o algunos- fondos.
La mayoría de los analistas considera imposible que ACS afronte en solitario una aventura de estas magnitudes. En este sentido, Lazard ya ha sondeado a fondos como CVC, Macquarie, TCI y KKR. El interés de este tipo de firmas en Abertis tiene todo el sentido, puesto que la actividad de la concesionaria genera ingresos recurrentes y, en buena parte, garantizados, al tiempo que ofrece un dividendo muy atractivo
Con la acción en la zona de los 17 euros, y suponiendo que el mercado acierte, el desembolso, bien en efectivo o en combinación con acciones de la propia ACS o de su filial alemana Hochtief, ascendería a cerca de 17.000 millones de euros. A esta cantidad habría que añadir unos 16.000 millones de deuda que registra en la actualidad la concesionaria catalana.
En la transalpina están convencidos de que su propuesta ya valora adecuadamente Abertis. Ahora bien, su interés por convertirse en el mayor operador de infraestructuras del mundo, por delante de la francesa Vinci, es determinante. Por ello, una contraoferta de ACS no tendría por qué ser, ni mucho menos, la última. En contra del grupo italiano está la oposición, no oficial, del Gobierno de España, que ve con buenos ojos la candidatura de ACS.
