La plantilla de Eulen está muy lejos de dar por cerrado el conflicto laboral del El Prat. Los trabajadores que se encargan de vigilar los filtros de seguridad del aeropuerto catalán han encontrado un nuevo motivo para mantener la amenaza de huelga en otoño tras el laudo obligatorio dictado por Marcos Peña, presidente del Consejo Económico y Social (CES), que impone un alza salarial de 200 euros al mes en 12 pagas y obligó a la empresa a readmitir a los trabajadores despedidos y quitar las sanciones, tal y como exigía el comité.
No en vano, la huelga que estaba convocada para este viernes 8 de septiembre se ha cancelado porque buscaba protestar por los despidos improcedentes y las sanciones. Una suspensión que ha dado paso a la convocatoria de nuevas movilizaciones a partir del 6 de octubre. Los paros se realizarán cada viernes de forma indefinida, una hora por la mañana y otra por la tarde.
En este caso, el asesor del comité de huelga, Juan Carlos Giménez, explica que las movilizaciones persiguen reclamar a Eulen que cumpla con el laudo obligatorio, aunque ellos mismos lo han rechazado y denunciado ante el Tribunal Supremo. "Aunque no nos guste el laudo es de obligado cumplimiento y queremos que la empresa responda", aseguró.
Y es que, según denuncia, las condiciones laborales de los trabajadores "son inhumanas", ya que no tienen descansos para ir a comer o al servicio. Así, explica que "la empresa no está reforzando la plantilla" tal y como obliga el texto de Peña, ni establecido los canales de comunicación.
A su vez, el comité busca que Aena se vuelva a sentar en una mesa de negociación para que se comprometa a trasladar las mejoras impuestas a las futuras licitaciones para no repetir el conflicto. "Aena es la culpable de todo esto y se ha ido de rositas. No lo vamos a permitir", aseguró Giménez.
