Empresas y finanzas

Así es el mundo 'secreto' de los espías de la comida, un negocio en expansión

La policía china analiza una gran freidora ilegal en China. Bloomberg

Un bol de helado en un día caluroso en Shangai fue lo que motivó a Mitchell Weinberg a crear Inscatech, una red mundial de espías alimentarios. Este helado le produjo a Weinberg la peor intoxicación alimenticia que pueda recordar, lo que le llevó a pensar que algo debía cambiar en esta industria tan importante para la vida de las personas. Espiar y seguir el rastro de los alimentos para que no te den gato por liebre (o rata por cordero).

Por petición de multinacionales y productores de alimentos, Inscatech y sus agentes recorren las cadenas de suministro alimenticio de todo el mundo, buscando pruebas de fraude en la industria alimentaria y negligencia.

En los ocho años desde que fundó la firma, con sede en Nueva York, Weinberg asegura que China sigue siendo un área de proliferación y crecimiento para los estafadores, así como aquellos que están desarrollando tecnologías que tratan de contrarrestar este tipo de estafas.

"Estadísticamente estamos descubriendo el fraude aproximadamente el 70% de las veces, pero en China es muy cercano al 100%", asegura este experto. "Este tipo de prácticas son muy generalizadas, en todo tipo de alimentos y en cualquier cosa que puedas imaginar."

La adulteración alimenticia ha sido una pesadilla para los consumidores desde tiempos inmemoriales. Hace cientos de años se diluía el vino con agua salada, pero los escándalos en China durante la última década (como la carne de rata y zorro vendida como si fuera cordero) han vivido un boom que no tiene parangón a nivel mundial. Esta nación se ha convertido en el paraíso de la comida 'falsificada' y contaminada.

La compañía de Weinberg está desarrollando marcadores moleculares y huellas genéticas para ayudar a verificar los productos naturales y diferenciar los alimentos originales de las falsificaciones. Otro enfoque que las empresas están utilizando tiene como pilar fundamental la tecnología digital para rastrear y registrar la procedencia de los alimentos desde la granja hasta la cocina.

"Los consumidores quieren saber de dónde provienen los productos", explica Shaun Rein, director gerente de la consultora China Market Research Group.

Una oportunidad de negocio

Los servicios que ayudan a las empresas a mitigar el riesgo de reputación que representa el fraude alimenticio son un "gran área de crecimiento", según Rein. "Es una gran oportunidad de negocio", sentencia. "Va a ser importante no sólo en China, sino a nivel global, porque las empresas de alimentos chinas se están convirtiendo en parte de toda la cadena de suministro global".

Algunas de las compañías alimentarias más grandes están respaldando la tecnología que surgió gracias a las criptomonedas como el bitcoin, la llamada blockchain, que es esencialmente un registro de transacciones compartido y criptográficamente seguro, y que al ser pública puede acceder todo el mundo.

Wal-Mart Stores, el minorista más grande del mundo, fue uno de los primeros en subirse a la cadena de bloques o blockchain, usando este sistema para seguir el rastro de la carne de cerdo en China, donde tiene más de 400 tiendas. Frank Yiannas, vicepresidente de seguridad alimentaria de Wal-Mart, en una entrevista ha asegurado que el tiempo necesario para rastrear la cadena de suministro de la carne se redujo de 26 horas a sólo segundos usando la cadena de bloques, por lo que el alcance de este proyecto se está ampliando a otros productos. 

Una blockchain es una inmensa base de datos que se distribuye entre varios participantes. Es decir, es como un libro de registros inmutable que contiene la historia completa de todas las transacciones que se han ejecutado en la red. Por lo que en principio es fiable y eficiente para este tipo de cometidos.

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