España ha alcanzado el podio europeo de la competitividad en el sector del motor en 2016. Así se desprende de la Agenda Sectorial de la Industria de la Automoción, elaborado por Anfac, Sernauto y KPMG, documento en el que se destaca la industria del motor española como la tercera más eficaz y moderna del continente, sólo superado por la alemana y la británica, y por delante de Francia, Italia o República Checa, entre otros.
El ranking, elaborado por KPMG e incluido en la referida Agencia Sectorial, pondera variables como los factores productivos, el atractivo del entorno, la fortaleza innovadora, el capital humano y la capacidad exterior. La suma de todo lo anterior sitúa a España en un lugar destacado, gracias a las segundas mejores valoraciones continentales en fortaleza innovadora, capital humano y capacidad exterior, sólo superado en todas ellas por Alemania. El Reino Unido sobresale por el atractivo de su entorno, mientras que la República Checa es líder europeo en factores productivos.
En la presentación de la Agenda Sectorial intervino Luis de Guindos, ministro de Economía, Industria y Competitividad, quien aseguró que la industria española de la automoción "debe sentirse protagonista" del crecimiento económico español, cuyos ritmos de mejora del 3 por ciento es superior al de los países de nuestro entorno. Por ese motivo, el ministro apuntó que el conjunto del ecosistema productivo español "debe centrarse en dos factores: la reindustrialización de la economía y la digitalización del tejido industrial".
En el mismo acto participó Begoña Cristeto, secretaria general de Industria de la Pequeña y Mediana Empresa, quien abogó por convertir el sector del motor en "uno de los líderes de la industria española". En ese objetivo, Cristeto adelantó que su departamento presentará a principio del próximo otoño el denominado Marco Estratégico para la Industria, documento que incluirá las agendas sectoriales de 12 ámbitos de actividad. El primero de todos ellos es el dedicado a la automoción, cuyos principales retos pasan por la digitalización y la automatización, "elementos llamados a transformar de forma disruptiva todos los modelos de negocio y que marcará un antes y un después en el negocio de la automoción". También recomendó "posicionar a la industria ante la nueva forma de movilidad urbana sostenible", que tiene que ser atendida con nuevos modelos de negocio. Según dijo, "los retos medioambientales y el papel de los vehículos de energías alternativas" también serán otras cuestiones que obligará a las empresas de automoción a adaptarse al entorno.
Por su parte, Hilario Albarracín, presidente de KPMG España, incidió en que el sector de la automoción español es el tercero más competitivo de Europa, tal y como se expresa en la Agenda Sectorial.
Atracción de inversiones
Pese a la buena nota media de España en competitividad, los principales responsables de Anfac invitan a "no caer en la autocomplacencia" y "a seguir trabajando en la atracción de inversiones para la fabricación de nuevos vehículos". También abogan por "avanzar en el diálogo social y la flexibilidad laboral, aspecto de mejora de la competitividad diferencial con otros países que también cuentan con fábricas de vehículos y que son nuestros competidores directos", según apuntaron Antonio Cobo y Mario Armero, presidente y vicepresidente ejecutivo de Anfac, respectivamente, en el texto que firman en la Agenda Sectorial.
Los referidos representantes de la industria invitan a cuidar "todo lo relativo a la competitividad en costes logísticos o el impulso de acuerdos comerciales con otras áreas geográficas, dada nuestra situación geográfica y el carácter netamente exportador de nuestra industria".
Con vistas al futuro, y para que el panorama pueda consolidarse, los autores del informe consideran necesario mejorar factores productivos como la logística, el transporte, el coste energético, la flexibilidad laboral y la formación en el empleo. En el caso de desatender estas recomendaciones, "se podría mermar la capacidad competitiva de la industria". Como elemento de diferenciación de la industria española respecto a otros mercados, los responsables del informe sectorial proponen apostar por "la innovación y el capital humano".
El mismo documento apunta que "el coste laboral ha aumentado en los últimos años, pero lo ha hecho de una forma más moderada que en los principales competidores europeos". Pese a ello, el sector conviene en mantener la guardia para no perder posiciones frente a países de Europa del Este, Portugal o Marruecos. Tampoco se puede perder de vista el contexto del sector energético, cuya repercusión en la competitividad en la automoción es considerable.
El efecto arrastre del motor
El informe sectorial incide en la importancia estratégica de la industria de la automoción en la economía española, el empleo y la contribución a la balanza comercial. Así, la participación del sector en el PIB del país se situó en el 8,6 por ciento en 2016, porcentaje que alcanzaría el 10 por ciento si se incluyen otros sectores relacionados con la automoción como la distribución, los seguros o las financieras.
El informe destaca el efecto dinamizador que el motor genera en otros ámbitos de actividad y en el creciente peso inversor realizado en España por los líderes mundiales de la automoción, compuesto por nueve productores de vehículos con 17 plantas y más de un millar de empresas de componentes. Semejante estructura situó a España en la segunda plaza entre los mayores constructores de vehículos de turismo de Europa y el octavo a nivel mundial, superado por China, Estados Unidos, Japón, Alemania, India, Corea del Sur y México.
La actual posición de privilegio de la industria de la automoción en el concierto mundial responde, según el informe sectorial, a "la eficiencia de las planta, la intensificación de la productividad y una vocación exterior que no sólo se basa en las exportaciones sino en la localización de plantas de componentes en los principales centros de producción del mundo". Asimismo, "el incremento en valor de la producción nacional de vehículos pone de manifiesto que los vehículos españoles incorporan cada vez más tecnología", según incide el informe. El mismo documento recuerda que el país ya lleva tres años de crecimiento constante, superando los 2,8 millones de vehículos producidos en 2016, y con perspectivas realistas de superar la barrera de los tres millones de vehículos producidos a finales de este año, de mantenerse al alza el actual ritmo de producción. Además, "los fabricantes de componentes españoles han elevado sus inversiones en bienes de capital para la mejora de la eficiencia de sus plantas".
La mejora generalizada de la competitividad ha logrado que la industria española del motor "recupere la posición pre-crisis gracias a la combinación de la exportación y del mercado interior". Así, se crearon 38.000 puestos de trabajo directos durante los años de recesión a golpe de "mantener la flexibilidad y productividad sin mercar el coste laboral". Así, el informe califica de "determinante" la decisión de los fabricantes de "adelantarse a los tiempos e invertir en áreas clave para la competitividad, como son la innovación y la digitalización hacia la industria 4.0".
La contribución de la industria del motor en la balanza comercial también merece la atención del informe, donde se apunta que el año pasado se exportaron 2,4 millones de vehículos, mientras que "en torno al 60 por ciento de las ventas del sector de componentes provienen de las exportaciones a más de 170 países, porcentaje que alcanza el 82 por ciento si se incluyen los componentes de los vehículos exportados en España.
Las 20 grandes medidas para impulsar la industria de la automoción española en 2020
Los responsables de la Agenda Sectorial de la Industria de la Automoción han resumido en 20 medidas las actuaciones que el sector considera conveniente para incrementar la competitividad. Con ese empeño, las asociaciones empresariales Anfac, Sernauto y la firma de servicios profesionales KPMG han agrupado sus propuestas para cumplir media docena de objetivos: aumentar en valor, invertir para crear empleo, incrementar capacidades, reactivar el mercado, innovar para diferenciarse y exportar para continuar creciendo. Según explican los responsables de estas iniciativas, de la puesta en marcha efectiva de las medidas e impulso "dependerá la mejora de la posición competitiva de España en el contexto europeo de la automoción". Asimismo, añaden las mismas fuentes, "esta hoja de ruta marca el camino para producir más de tres millones de vehículos, mejorar los factores de competitividad y crear de una forma definitiva un entorno favorable para la innovación. Todo lo anterior, apuntan, "redundará en el beneficio económico y social para el conjunto de España.
1. Intensificar la productividad a través de la inversión en la mejora continua de los procesos productivos y productos, basados en las mejores tecnologías disponibles, como vía ideal de diferenciación de la industria española de automoción.
2. Garantizar un coste energético competitivo, sostenible y previsible en el conjunto de la industria.
3. Estimular en todo el ecosistema el mercado laboral para así impulsar el desarrollo social.
4. Apoyar las medidas que incrementan la flexibilidad laboral y garantizar el diálogo social en la empresa como eje de las relaciones laborales en el sector.
5. Reducir en el conjunto del sector todos los costes estructurales asociados con el transporte.
6. Impulsar en el conjunto de la industria la intermodalidad y creación de un sistema integral de infraestructuras de transporte.
7. Estimular la demanda para generar un efecto multiplicador sobre la economía.
8. Fomentar las alternativas de financiación no convencional para promover la rentabilidad económica.
9. Impulsar un modelo fiscal que fomente la competitividad y la igualdad de oportunidades
10. Incrementar la eficiencia de las inversiones en I+D+i de las empresas de la industria de automoción
11. Reestructuración del ecosistema de innovación en torno a la industria de automoción orientándolo más al mercado y fomentando la digitalización de la industria.
12. Impulsar la inversión en formación y capacitación para el aumento de la productividad y de la adaptación tecnológica de la industria.
13 Buscar mayores retornos de la Administración por las inversiones en formación y capacitación realizadas por las empresas así como una mayor adecuación de las titulaciones y los contratos formativos a las necesidades reales de las empresas para retener el capital humano de alto valor.
14. Promoción de todo lo relacionado con la inserción laboral en la industria de la automoción española.
15. Apoyo a la internacionalización y diversificación de mercados de la industria española de automoción.
16. Realizar actividades de promoción del comercio internacional.
17. Vigilancia de mercado en el control de importaciones y defensa de nuestros productos.
18. Reforzar el marco regulatorio y garantía de la unidad de mercado.
19. Favorecer entre las distintas administraciones el desarrollo de una regulación inteligente que posicione a la industria de automoción como referencia sin poner en riesgo su competitividad.
20. Mejorar la coordinación y colaboración a lo largo de toda la cadena de valor del automóvil para crear estructuras y herramientas y así realizar el seguimiento de la política industrial del automóvil.