Empresas y finanzas

El Gobierno destaca a la automoción como protagonista de la competitividad de la industria española

Luis de Guindos, ministro de Economía, Industria y Competitividad, ha asegurado que la industria española de la automoción "debe sentirse protagonista" del crecimiento económico español, cuyos ritmos de mejora del 3% es superior al de los países de nuestro entorno. Por ese motivo, el ministro apuntó que el conjunto del ecosistema productivo debe centrarse en dos factores: la reindustrialización de la economía y la digitalización del tejido industrial.

En su intervención en la presentación de la Agenda Sectorial de la Industria de la Automoción, De Guindos anticipó la intención del Gobierno de revisar la política de ayudas empresariales para así evitar duplicidades y desajustes, con un enfoque unificado que permita facilitar el acceso de las empresas a los instrumentos de financiación.

En el mismo acto intervino Begoña Cristeto, secretaria general de Industria de la Pequeña y Mediana Empresa, quien ha abogado por convertir del sector del motor en uno de los líderes de la industria española.

En ese objetivo, Cristeto adelantó que su departamento presentará a principio del próximo otoño el denominado "marco estratégico para la industria", documento que incluirá las agendas sectoriales de 12 ámbitos de actividad. El primero de todos ellos es el dedicado a la automoción, referido tanto a los fabricantes de vehículos como empresas de componentes. Así, la representante del Gobierno indicó que los retos del sector de la motor pasan en primer lugar por la digitalización y la automatización, "elementos llamados a transformar de forma disruptiva todos los modelos de negocio y que marcará un antes y un después en la industria de la automoción".

Cristeto también recomendó posicionar a la industria ante la nueva forma de movilidad urbana sostenible, que tiene que ser atendida por las empresas del sector con nuevos modelos de negocio. Los retos medioambientales y el papel de los vehículos de energías alternativas también serán otras cuestiones que obligará a la automoción a adaptarse a los nuevos entornos.

Cristeto indicó que "una de las principales lecciones que hemos aprendido de la crisis económica es la importancia de contar con un potente tejido industrial". Por ese motivo, la representante del Gobierno aseguró que objetivo consiste en convertir la industria "en el eje del desarrollo económico del país".

España, competitivo en Europa

Por su parte, Hilario Albarracín, presidente de KPMG España, destacó que España es el tercer país más competitivo de Europa en el sector de la automoción, tal y como se indica en la Agenda Sectorial de la Industria de la Automoción, documento que pone de relieve que España tiene motivos para presumir del trabajo bien hecho que actualmente se realiza en el sector de la automoción.

Este trabajo, elaborado por Anfac, Sernauto y KPMG, desvela que la industria del motor española es la tercera más eficaz y moderna del continente, sólo superado por la alemana y la británica, y por delante de potencias como Francia, Italia o República Checa, entre otros.

Tanto la presidenta de Sernauto, María Helena Antolín, como el presidente de Anfac, Antonio Cobo, desvelaron las 20 propuestas que promueve la Agenda Sectorial para incrementar la competitividad del sector, cuya fortaleza se resume en su crecimiento del 5,6%, el doble que la media europea, en un mercado que fabrica 43 modelos de los que 20 son en exclusiva mundial.

Según se desprende del informe, y pese a la buena nota media de España en competitividad, el representante de Anfac invita a "no caer en la autocomplacencia" y seguir trabajando en la "atracción de inversiones para la fabricación de nuevos vehículos" o "avanzar en el diálogo social y la flexibilidad laboral, aspecto de mejora de la competitividad diferencial con otros países que también cuentan con fábricas de vehículos y que son nuestros competidores directos", indican Antonio Cobo y Mario Armero, presidente y vicepresidente ejecutivo de Anfac, respectivamente.

Cuidado de la competitividad

Los referidos representantes de la industria también invitan a cuidar "todo lo relativo a la competitividad en costes logísticos o el impulso de acuerdos comerciales con otras áreas geográficas, dada nuestra situación geográfica y el carácter netamente exportador de nuestra industria".

Con vistas al futuro, y para que el favorable panorama pueda consolidarse, los autores del informe consideran necesario mejorar aquellos factores productivos como la logística, el transporte, el coste energético, la flexibilidad laboral y la formación en el empleo. En el caso de desatender estas recomendaciones, "se podría mermar la capacidad competitiva de la industria". Como elemento de diferenciación de la industria española respecto a otros mercados, los responsables del informe sectorial abogan por apostar por "la innovación y el capital humano".

El trabajo presentado por las principales patronales de fabricantes de vehículos y componentes apunta que "el coste laboral ha aumentado en los últimos años, pero lo ha hecho de una forma más moderada que en los principales competidores europeos". Pese a ello, el sector conviene en mantener la guardia para no perder posiciones frente a países de Europa del Este, Portugal o Marruecos. Tampoco se puede perder de vista el contexto del sector energético, cuya repercusión en la competitividad en la automoción es considerable.

El efecto arrastre del motor

El informe sectorial incide en la importancia estratégica de la industria de la automoción en la economía española, el empleo y la contribución a la balanza comercial. Así, la participación del sector en el PIB del país se situó en el 8,6 por ciento en 2016, porcentaje que alcanzaría el 10 por ciento si se incluyen otros sectores relacionados con la automoción como la distribución, los seguros o las financieras, entre otros.

La Agenda Sectorial destaca el efecto dinamizador que este sector genera en otros ámbitos de actividad y en el creciente peso inversor realizado en España por los líderes mundiales de la automoción, compuesto por nueve productores de vehículos con 17 plantas y más de un millar de empresas de componentes. Semejante estructura situó a España en la segunda plaza entre los mayores constructores de vehículos de turismo de Europa y el octavo a nivel mundial, superado por China, Estados Unidos, Japón, Alemania, India, Corea del Sur y México.

La posición de privilegio de la industria de la automoción en el concierto mundial responde, según el informe sectorial, a "la eficiencia de las planta, la intensificación de la productividad y una vocación exterior que no sólo se basa en las exportaciones sino en la localización de plantas de componentes en los principales centros de producción del mundo".

Asimismo, "el incremento en valor de la producción nacional de vehículos pone de manifiesto que los vehículos españoles incorporan cada vez más tecnología", según incide el informe. El mismo documento recuerda que el país ya lleva tres años de crecimiento constante superando los 2,8 millones de vehículos producidos en 2016, y con perspectivas realistas de superar la barrera de los tres millones e vehículos producidos a finales de este año, de mantenerse al alza el actual ritmo de producción. Además, "los fabricantes de componentes españoles han incrementado sus inversiones en bienes de capital para la mejora de la eficiencia de sus plantas". Entre otros detalles, según datos desvelados recientemente por Anfac, las fábricas españolas disponen de más de 19.000 robots.

La mejora generalizada de la competitividad ha conseguido que la industria del motor "recupere la posición pre-crisis gracias a la combinación de la exportación y del mercado interior". Así, se crearon 38.000 puestos de trabajo directos durante los años de recesión a golpe de "mantener la flexibilidad y productividad sin mercar el coste laboral". El informe califica de "determinante" la decisión estratégica de los fabricantes de "adelantarse a los tiempos e invertir en áreas clave para la competitividad, como son la innovación y la digitalización hacia la industria 4.0".

La contribución de la industria del motor en la balanza comercial también merece la atención del informe, donde se apunta que el año pasado se exportaron 2,4 millones de vehículos, mientras que "en torno al 60 por ciento de las ventas del sector de componentes provienen de las exportaciones a más de 170 países, porcentaje que alcanza el 82 por ciento si se incluyen los componentes de los vehículos exportados en España.

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