
Alfil Logistic da el salto al mercado internacional. La sociedad participada por Damm y Renfe Mercancías, prevé instalarse en Shangai (China) en octubre para llevar la cerveza de origen catalán a los bares y tiendas de la región asiática. En concreto, la compañía que dirige Jaume Bonavía va a alquilar un centro logístico (almacén) y gestionar el reparto de la cerveza bajo demanda con el objetivo de dar soporte al crecimiento Damm en el país asiático, donde el apaño pasado abrió una filial. Alfil lleva años gestionando la exportación de cítricos desde Valencia hasta China y ahora da un paso más allá al llevar la logística en tierra y no sólo hasta el puerto.
La filial de Damm y Renfe Mercancías también tiene en su radar entrar en EEUU, Cuba y Emiratos Árabes Unidos. En esta línea, Alfil ya está ultimando el desembarco en Carolina del Norte (EEUU) para gestionar la planta de un cliente industrial. La idea es empezar a operar en el país norteamericano a finales de año o durante el primer trimestre de 2018. El siguiente paso es entrar en Dubai o algún otro país de Emiratos, donde ya gestionan la exportación de cítricos y verduras desde Valencia. "Es una región con mucho movimiento y una gran oportunidad de mercado. El plan es entrar de la mano de un socio local", aseguró en un encuentro con este diario Bonavía.
En cuanto a Cuba, que está en proceso de liberalización de su economía, los planes están mucho más parados. Alfil prevé estudiar la entrada en el país a "futuro" ya que todavía es muy pronto para hacer planes. De momento, el año pasado gestionaron el envío de 200 contenedores de bebidas a la isla, que vive un boom turístico.
Más allá de la isla caribeña, la compañía no tiene interés en entrar en América Latina a pesar de los fuertes flujos comerciales y de inversión que existen entre el Nuevo Continente y la red de puertos de España. No en vano, nuestro país es la puerta en Asia y América. En esta línea, si que ha llegado a Europa Central y al Norte de África.
La logística, que en 2015 cerró con una facturación de 85 millones de euros y un beneficio de 1,02 millones, no tiene previsto llevar a cabo grandes inversiones en su proceso de expansión internacional ya que su modelo de negocio con incluye la compra de activos. Así, la firma no tiene almacenes en propiedad ni flotas de camiones, furgonetas, barcos o aviones. Alfil apuesta por el alquiler para proteger la rentabilidad del negocio en las épocas de vacas flacas. "Cuando no tienes activos fijos, inmuebles, eres más flexible para adaptar el negocio a los ciclos económicos", aseguró el director general de la logística participada al 60 por ciento por la cervecera Damm.
Alfil tiene 420.000 metros cuadrados de almacenes repartidos por toda España pero el principal centro logístico que gestiona está en El Prat, entre el aeropuerto y el puerto de la Ciudad Condal. También tiene fuerte presencia en Valencia.
Entra en el negocio 'online'
Más allá de la expansión internacional, la firma logística está preparando su desembarco en la entrega de paquetería puerta a puerta. Es decir, la que viene derivada del comercio online, que se ha disparado en España en los últimos años y que supone un reto para las actuales empresas del sector. Así, Alfil se ha aliado con una empresa para diseñar "una manera diferente de operar el comercio online", explicó el director general de la firma.
El ejecutivo, que lleva diez años en la firma participada por Damm y Renfe Mercancías, no ha querido dar más detalles sobre el proyecto pero asegura que el modelo actual de reparto a los hogares "tiene que cambiar" porque no es sostenible. "El mercado online ha llegado para quedarse pero el reparto personal e inmediato acabará pagándose como un bien de lujo porque no es sostenible en el tiempo", explicó Jaume Bonavía.
Actualmente, la compañía española opera en la última milla, haciendo repartos a tiendas, supermercados pero no ha llegado a los hogares.