El aumento de la presión por parte de los estibadores (han convocado dos semanas más de paros) ha llevado a Maersk a replantearse su futuro en Algeciras antes de lo previsto. La naviera danesa, propietaria de la terminalista APM, lleva varios días presionando al Gobierno para que intervenga en el conflicto de la estiba, frene la huelga y propicie un acuerdo, mientras advierte de que se verá obligada a abandonar su terminal gaditana definitivamente si no llega la paz a los puertos en el corto plazo. Un escenario que todavía parece lejano, ya que la patronal Anesco ayer decidió no votar la propuesta de los sindicatos por "ilegal" y el lunes se enfrentan a otra jornada de huelga.
De momento, Maersk APMT ha comunicado a Fomento que está estudiando rutas alternativas para llevar a Europa la mercancía de sus clientes y retirar 35.000 movimientos semanales del puerto de Algeciras (unos 1,82 millones de movimientos al año), lo que supondría una pérdida del 70 por ciento del tráfico de dicha terminal, informan desde el Ejecutivo. Según los datos facilitados por Fomento, en el puerto de Algeciras se registraron el año pasado 3,17 movimientos, de los cuales 2,4 millones correspondieron a Maersk, más del 75 por ciento.
Así, si la naviera danesa, una de las más grandes del mundo, cumple finalmente su amenaza, el puerto gaditano, el más importante de España por tráfico de mercancías y el que más estibadores emplea, perdería casi el 58 por ciento su actividad, la mayoría del cual (90 por ciento) es de tránsito. Es decir, no se queda en España ni pasa la aduana, si no que está de paso.
La compañía ya ha visto reducidas en medio millón las operaciones en Algeciras desde el arranque del año por las huelgas y los paros encubiertos y ya ha confirmado que va a desviar definitivamente desde el puerto gaditano 150.000 movimiento anuales. Los puertos elegidos por la compañía como alternativa son el de Tánger y el de Said (Egipto), debido a las preferencias comerciales de los clientes. Éste último puerto está en el Mediterráneo y conecta con el Canal de Suez, el punto de paso de las mercancías que vienen del China. También está analizando otras dos infraestructuras alternativas "para el hipotético caso de que tuviéramos que interrumpir nuestras operaciones en Algeciras", detalló Arias en declaraciones a la prensa local.
Según ha reconocido el director general de Maersk-APM Algeciras, Carlos Arias, al Diario de Jerez, la compañía ya ha incrementado su capacidad en Tánger-Med con dos nueva grúas y han decidido elevar otras cuatro para trabajar con los buques Triple E, que son los portacontenedores más grandes de la naviera danesa. No en vano, a finales de mayo, la firma decidió desviar el Maersk Madrid Triple E de Algeciras a Tánger Med para sortear las huelgas de los estibadores.
El objetivo de la compañía es reducir su dependencia del puerto gaditano, donde el conflicto abierto por la liberalización de la estiba le ha llevado a reducir un 13 por ciento la previsión de movimientos anuales. Ya en abril, la naviera aseguró que los paros encubiertos de febrero y marzo le habían supuesto un coste de 12 millones, la pérdida de clientes y tuvo que desviar 73 barcos a otras terminales. El balance de la huelga de 48 horas no ha sido mejor: pérdida de 17.000 movimientos en Algeciras, 12 barcos desviados, 895.000 euros de coste y 1.000 contenedores de importación que no pudieron ser descargados.