
La globalización de los mercados y del consumo ha provocado que algunas compañías multinacionales tengan más valor que buena parte de los países del mundo. Algo que, al fin y al cabo, supone tener más poder y más influencia en el panorama económico internacional que la mayoría de las naciones soberanas. La china Alibaba es una de estas elegidas desde hace tiempo, pero su fundador, Jack Ma, está decidido a no tener rival en este aspecto.
En el Día Anual del Inversor de Alibaba Group Holding, Jack Ma hizo dos previsiones sorprendentes. A corto plazo, indicó que para 2018 la compañía aumentará sus ventas entre un 45 y un 49%, diez puntos porcentuales más de lo previsto por los analistas, después de haber aumentado un 56% sus ingresos en el pasado año. A largo plazo, apuntó mucho más alto: quiere que su compañía sea la quinta mayor economía del mundo para 2036, sólo por detrás de Estados Unidos, China, Europa y Japón.
Ma prevé que el explosivo crecimiento de clientes - quiere servir a 2.000 millones de personas al año dentro de dos décadas - facilitará la consecución del ambicioso objetivo. Estima además que para entonces ayudará a 10 millones de pequeños empresarios a comercializar sus productos a nivel mundial, acabando con las limitaciones que suponen las exportaciones para las pequeñas compañías. Ma reitera así sus habituales declaraciones de tinte libertario, en el que las fronteras son únicamente frenos para el incremento de la riqueza global y el desarrollo de la humanidad.
Pero para alcanzar su gran objetivo en 2036, Alibaba tendrá que aprovechar las medidas económicas del Gobierno chino, como la revitalización de la Ruta de la Seda o el incremento de la influencia del país milenario en el continente africano. Sólo así será capaz de encontrar el 60% de sus clientes fuera de China para esa fecha, como ha aventurado.
Además, aunque aún no sea la quinta economía del mundo, Ma es consciente de su poder de influencia en todo el globo, no sólo por ser el hombre más rico de China sino por dirigir una empresa que puede crear o destruir decenas de miles de empleos en cualquier parte. Bajo esta premisa se enmarca la reunión con el entonces presidente electo de EEUU, Donald Trump, al que le prometió crear un millón de empleos en el país de las barras y estrellas en apenas un lustro.
Jack Ma mantiene reuniones de primer nivel durante todo el año, con líderes políticos y económicos de todo el planeta. Vuela más de 870 horas al año. Gana influencia cada día. Y mientras, las acciones de Alibaba siguen al alza: comprar uno de sus títulos en enero de 2016 en el NYSE costaba poco más 60 dólares, y 17 meses después, el pasado mayo, ya superaba los 120 dólares. Las espectaculares previsiones del Día Anual del Inversor impulsó su valor hasta superar la cota de los 140 dólares. Suma y sigue.