Empresas y finanzas

Cuidado con las comisiones de las tarjetas bancarias

El uso de las tarjetas bancarias ha proliferado en nuestro país muy rápidamente, dejando al dinero en efectivo como una herramienta de pago en segundo plano. No obstante, las comisiones de estas tarjetas son un factor con el que muchos consumidores no cuentan a la hora de solicitar y usar sus tarjetas.

Es cierto que hay bastantes entidades que eximen a sus clientes del pago de determinadas comisiones por el uso de su tarjeta de crédito. Sin embargo, aún hoy en día, existen muchos conceptos por los cuales se nos aplicará una comisión.

El mayor problema es que, si no mantenemos este tipo de costes bajo control, pueden suponer un gasto considerable, el cual se irá acumulando silenciosamente con el paso del tiempo.

Si quieres evitar pagar más comisiones de las necesarias, te recomendamos tomar nota de la información que te vamos a proporcionar en este artículo. De esta forma podrás saber a ciencia cierta qué es lo que estás pagando realmente y comparar con otras tarjetas bancarias que puedan resultarte más económicas, incluso sin cambiar de banco.

Cuotas de emisión y renovación de las tarjetas de crédito

Como no podía ser de otra manera, el primer gasto a tener en cuenta es el que se genera por el sólo hecho de recibir una tarjeta de crédito o, en su caso, solicitar una nueva. Nos estamos refiriendo a la cuota de emisión y renovación de las tarjetas.

Ya hemos adelantado al comienzo de este artículo que existen entidades que ahorran esta cuota a sus clientes.

En algunos los casos -como en la mayoría de las tarjetas sin cambiar de banco- la entidad emisora exime del pago de estas cuotas de forma sistemática e incondicional. Es decir, no habrá que pagarla bajo ningún concepto.

En otros casos, la entidad emisora establece algún tipo de condición, cuyo cumplimiento permite quedar exento del pago de estas cuotas.

Dichas condiciones pueden ser de muchos tipos, como por ejemplo:

- Llevar a cabo un número determinado de compras con la tarjeta a lo largo del año.

- Realizar compras por un importe mínimo a lo largo del año.

- Domiciliar la nómina, pensión o ingreso equivalente en la cuenta del banco emisor de la tarjeta.

Cuota de mantenimiento de las tarjetas de crédito

Al igual que sucedía con la emisión y renovación, el mantenimiento anual de la tarjeta también suele implicar el pago de una cuota por parte del titular de la misma.

Por regla general, lo más habitual es que las entidades que eliminan las cuotas de emisión y renovación, también prescindan de la de mantenimiento. No obstante, te recomendamos asegurarte de esto antes de proceder a la solicitud de tu nueva tarjeta.

Comisión por duplicado de las tarjetas de crédito

No son pocos los clientes que solicitan una copia de la tarjeta de crédito, como consecuencia de su extravío o, en el peor de los casos, su robo.

Ten en cuenta que se trata de circunstancias distintas. Se considera que el titular de la tarjeta es responsable de su correcta conservación, por lo que su extravío y posterior duplicado suelen ser causa justificada del cobro de una comisión.

Por otro lado, el robo exime de responsabilidad a su titular, de manera que el bando hará uso del seguro y no cobrará comisión alguna. Ahora bien, para lograr quedar exento, suele ser requisito imprescindible la presentación de un justificante de la denuncia de robo presentada frente a la policía. No basta con alegar que nos han robado la tarjeta.

Comisión por reintegro de efectivo

Esta comisión se aplica cuando procedemos a sacar dinero de nuestra propia cuenta a través de un cajero automático y utilizando alguna de nuestras tarjetas.

Actualmente, todos los bancos han eliminado esta comisión para aquellos clientes que utilicen los cajeros de la propia entidad o de la red de cajeros de la que forme parte, como pudiera ser la red 4B o la red Euro6000.

Un caso diferente es aquel en el que el usuario acude a un cajero distinto que no está adherido el mismo programa que el de nuestra tarjeta, o lo que es lo mismo, que pertenece a otra entidad con la que no hay acuerdo de exención de comisiones.

En ese caso, se cobrará un determinado porcentaje sobre el importe extraído, el cual establece la propia red. A este gasto, se le añade una comisión de alrededor de 2 euros que han comenzado a aplicar varias entidades desde hace un par de años por el hecho de estar utilizando un servicio sin ser cliente de la entidad.

Comisión por sacar dinero a crédito con la tarjeta

Al contrario que en el caso anterior, esta comisión se refiere a una operación a través de la cual obtenemos dinero en efectivo que no tenemos en la cuenta, sino que lo extraemos del límite de crédito del que disponemos en la propia tarjeta.

Prácticamente, todos los bancos cobran una comisión por esta operación, al cual suele consistir en un porcentaje sobre el importe de la operación, con un mínimo de 2 ó 3 euros.

Lo cierto es que cabría pensarse que si el banco no nos cobra una comisión por utilizar nuestra tarjeta para las compras, tampoco debería hacerlo por sacar dinero a crédito de un cajero. Sin embargo, esto es una concepción errónea de la realidad.

El banco sí está cobrando una comisión en cada una de las operaciones de pago que realizamos con la tarjeta. Lo que ocurre es que quien paga dicha comisión es el comercio en el cual realizamos la compra. Si obtenemos dinero en efectivo, sencillamente, el banco nos aplica la comisión a nosotros. Ésa es la única diferencia.

En cualquier caso, lo recomendable es intentar evitar esta comisión a toda costa, dado que en términos de intereses, el importe mínimo a pagar es muy elevado para la cantidad que se suele extraer del cajero.

Comisión por transferencia de fondos de la tarjeta de crédito a la cuenta corriente

Ésta es una operación similar a sacar dinero a crédito del cajero, con la salvedad de que el dinero se deposita en nuestra cuenta.

El resultado es prácticamente el mismo y la comisión a pagar también. La única diferencia es que debido a que se trata de una operación interna, es posible extraer más crédito con una sola operación, que si estuviésemos utilizando un cajero automático.

Comisión por operaciones en el extranjero o con divisa extranjera

Finalmente, ten en cuenta que la utilización de la tarjeta de crédito en el extranjero también puede dar lugar al cobro de comisiones, ya sea por utilizar un cajero de una entidad o red distinta a la nuestra, o bien por pagar con una divisa diferente a la de nuestro país.

En el primer paso, la comisión quedará reflejada en el extracto bancario. En el segundo caso, sin embargo, la comisión suele aplicarse mediante una pequeña alteración en el tipo de cambio aplicado por el cambio a la divisa, por lo que puede pasar fácilmente desapercibida por el titular.

Ahora que ya conoces las principales comisiones de las tarjetas de crédito estás mucho mejor preparado para utilizar el "dinero de plástico" de la manera más rentable posible; al menos para ti, en lugar de para el banco.

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