Empresas y finanzas

Los estibadores elevan la presión en los puertos con tres semanas de huelgas

  • Los sindicatos convocan cinco jornadas más de paros en junio
  • Anesco denuncia "paros selectivos" y pide la intervención del Gobierno
El líder de Coordinadora, Antolín Goya, frente al director gerente de la patronal Anesco, Pedro García (de espaldas), durante la reunión de ayer

Tras casi cuatro meses de negociaciones, tiras y aflojas, el conflicto de la estiba está a punto de estallar. El encuentro celebrado ayer entre los sindicatos y la patronal Anesco para constituir la mesa negociadora del convenio sectorial ha terminado con un fuerte cisma entre las partes y una nueva convocatoria de huelga. Los estibadores han dado por rotas las conversaciones con las empresas y han anunciado que acudirán a las huelgas ya convocadas para los días 5, 7 y 9 de junio; a las que sumarán paros en las semanas venideras. Así, el sindicato Coordinadora, que aglutina al 80% de los trabajadores, ha presentado hoy preaviso de huelga para cinco nuevas jornadas en junio que extenderán los paros durante tres semanas consecutivas. Los estibadores anuncian más paros: tres semanas consecutivas de conflicto.

Esta reciente convocatoria de huelgas comenzará con un paro ininterrumpido en la actividad en los puertos españoles de 48 horas, desde las 08.00 del miércoles 14 de junio hasta las 08.00 del viernes 16. El preaviso de huelga incluye también parar la actividad de los puertos en las horas impares los días 19, 21 y 23 de junio.

A falta de una cancelación de último momento, la huelga del lunes 5 de junio sería la primera oficial que realizan los sindicatos desde que saltó el conflicto a la prensa el febrero pasado, lo que amenaza con paralizar los puertos y desviar aún más tráfico de las navieras a los puertos vecinos de Portugal, Francia y Marruecos. En marzo, Valencia y Algeciras sufrieron paros encubiertos que hundieron el tráfico de mercancías más de un 30%.

A tres días de los paros oficiales

Aunque todavía quedan tres días para los paros oficiales, la patronal Anesco ya ha denunciado una nueva ronda de paros encubiertos y selectivos en algunas terminales por lo que ha pedido la intervención de las administraciones pública. "Los trabajadores están realizando bajadas de producción como medida de presión a algunas de las empresas asociadas, para forzar la negociación coaccionando con acciones ilegales", explica la patronal en un comunicado.

Antolín Goya, el líder de Coordinadora, asegura que eleva la presión sobre las empresas para obligarlas a cumplir con el supuesto compromiso asumido el 22 de mayo de mantener todo el empleo presente y futuro en las mismas condiciones. "Lo que exigimos es que cumplan con la palabra dada y garanticen todos los puestos de trabajo y también que se comprometan a formar parte de los Centros Portuarios de Empleo", aseguró Goya.

El líder sindical afirma que "ha habido un cambio en el discurso de la patronal", pero ésta se defiende y asegura que nunca se comprometió a nada ni se firmó ningún acuerdo. "En mayo se fijaron los puntos sobre los que se hablaría. La negociación va a ser un proceso largo", explican fuentes empresariales.

¿Qué hay tras el conflicto?

Tras el conflicto entre empresarios y trabajadores está el mismo punto de siempre: el control de la estiba. El objetivo de Goya es conseguir una reforma lampedusiana, es decir, que no cambie nada a pesar de la reforma aprobada por el Gobierno y "conseguir de la patronal no consiguieron meter en el Real Decreto Ley", explica.

Las empresas, o al menos una mayoría, se niegan en redondo a que la reforma se convierta en "algo estético" y reclaman el control de la organización del trabajo, es decir, decidir libremente la composición de sus equipos de trabajo, algo que ahora no pueden hacer y que se traduce en plantillas sobredimensionadas. Además, exigen la rebaja del 10% del sueldo.

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