
Los ejemplos de la doble Premio Nobel Marie Curie o de las españolas Margarita Salas o María Blasco, entre otras célebres mujeres científicas, parece que no termina de calar en las universidades españolas. Organismos públicos y empresas reclaman una mayor formación en las disciplinas STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, por sus siglas en inglés), cada vez más importantes en los nuevos perfiles profesionales que demanda el mercado. Sin embargo, la UE ya ha alertado de que 900.000 trabajos se quedarán por cubrir y, en el caso de las mujeres, hay que hablar de otra brecha, esta vez de género.
En principio, hay casi tantas chicas como chicos matriculados en la universidad: 54 de cada cien son mujeres. Sin embargo, cuando nos fijamos en carreras de Ciencias, la distancia aumenta de forma considerable. Así, los estudios de arquitectura e ingeniería son elegidos por el 72,1 por ciento de alumnos. Por otro lado, hay que tener en cuenta que el número de matriculadas en 1º y 2º grado de ingeniería y arquitectura en las universidades públicas españolas sigue en descenso desde el 27,2 por ciento (83.216) del curso 2008-09 al 25,8 por ciento (66.017) del 2014-15. Si nos fijamos en los másteres, solo encontramos a 28 mujeres por cada 100 hombres. Algo muy similar sucede en los estudios de doctorado, donde siete de cada diez son de sexo masculino.
Altas tasas de abandono
Llama la atención comprobar cómo, según los últimos datos aportados por el Ministerio de Educación, en el caso de los posgrados, la nota media del expediente académico en Ciencias y en Ciencias de la Salud es ligeramente más alta en las mujeres (8,41 en ambas) que en los hombres (8,27 frente a 8,28), mientras que los expedientes en ingeniería y arquitectura apenas entienden de sexos. Según Juan J. Dolado, profesor de Economía en la European University Institute, "la dureza de estos grados, de lo que dan fe sus altas tasas de abandono y su larga duración efectiva -seis años normalmente- y el corporativismo de algunos profesores desanima en mayor medida a las mujeres que a los hombres". "Éstas son más propensas a interrupciones en sus carreras laborales por cuidado de hijos y padres. Frente a estos riesgos, las mujeres prefieren invertir en el capital humano que ofrecen otras áreas", añade este experto que ha estudiado esa diferencia de género en carreras STEM.
Según la CE, se necesita un cambio de política, en particular debido a una caída alarmante de las mujeres graduadas en TIC. Según los datos que facilitan desde Bruselas, en la actualidad solo 29 de cada 1.000 mujeres graduadas tienen un grado de informática o relacionado con esta materia y solo cuatro trabajan en actividades relacionadas con las TIC. Una forma de invertir esta tendencia es alentar a los jóvenes, y en particular a las mujeres, a emprender carreras relacionadas con STEM / TIC.