
El jueves 11 de mayo, en Luxemburgo, el Tribunal de Justicia Europeo aprobó el recurso de revisión judicial que Dyson interpuso contra la Comisión Europea, anulando así la sentencia del Tribunal General.
La Etiqueta Energética de los aspiradores se introdujo en toda Europa en septiembre de 2013. La normativa, elaborada por la Comisión Europea junto con un grupo de grandes fabricantes, estipula que el rendimiento de la aspiradora se prueba estando ésta vacía, sin polvo en su interior.
Medir el rendimiento de las aspiradoras sin polvo es engañoso, ya que no representa un uso real. A diferencia de las máquinas ciclónicas, las aspiradoras con bolsas y filtros se obstruyen con el polvo durante el uso, lo que conduce a una pérdida de succión. Por tanto, los consumidores pueden comprar una máquina que afirma tener un grado 'A', sin embargo, a medida que se llena de polvo su rendimiento puede caer hasta llegar a un grado 'D' o incluso 'E'.
En su recurso, Dyson argumentó que, para reflejar la experiencia real de los consumidores, el rendimiento de las aspiradoras debe testarse en condiciones reales, es decir, con máquinas que hayan sido utilizadas y cuyos depósitos estén llenos de polvo.
-Según Max Conze, CEO de la compañía británica: "Esto es un hito histórico para los consumidores; confirma la opinión de Dyson de que las pruebas deben representar el rendimiento de las aspiradoras en condiciones reales. Dyson fue el único fabricante que rebajó el consumo de sus motores, siendo ésta la forma más efectiva de reducir el consumo de energía, promoviendo una mayor eficiencia. Dyson desarrolla máquinas de alto rendimiento para uso real en el hogar".
En el fallo inicial, el Tribunal General Europeo afirmó que las pruebas de carga de polvo no son fiables. Sin embargo, la Comisión Electrotécnica Internacional (CEI, más conocida por sus siglas en inglés IEC) elaboró un método de testeo con carga de polvo y ha sido adoptado por organismos de pruebas y fabricantes de todo el mundo y nunca ha sido cuestionado en los doce años que ha existido.
En su sentencia de hoy, el Tribunal de Justicia declaró que el testeo debe adoptar, cuando sea técnicamente posible, "un método de cálculo que permita medir el rendimiento energético de los aspiradores en condiciones lo más próximas posible a las condiciones reales de uso, requiriendo que la cubeta o filtro de la aspiradora esté lleno hasta un cierto nivel". Esto pone en tela de juicio el futuro de los tests en Europa y es el precursos de un cambio positivo para los consumidores.
Engañando al sistema:
Durante el proceso de revisión judicial, Dyson también solicitó la realización de pruebas a laboratorios independientes que mostraron que al obtener una clasificación de energía de grado 'A' cuando la aspiradora estaba vacía, algunos aspiradores de marcas como Bosch y Siemens utilizaban un sistema de control electrónico para aumentar la potencia de su motor al llenarse de polvo.
Cuando las pruebas para el Etiquetado Energético se llevaron a cabo en un entorno limpio daba lugar a una potencia baja mientras que su potencia aumentaba a medida que la aspiradora se utilizaba. A los efectos de la normativa europea, todas las máquinas tienen una potencia nominal de 750W y alcanzan una calificación A, pero las pruebas demuestran que pueden llegar a consumir más de 1600W cuando se utilizan en el hogar, lo que significa que el índice de consumo de energía puede bajar a una 'D' o incluso 'E'.
Dyson señaló esto y, poco después, leyó en los periódicos que Bosch iba a demandarles por difamación. Posteriormente fueron descubiertos por ayudar a instalar un dispositivo muy similar, un llamado dispositivo de derrota, en coches VW. No hubo ningún caso en contra de Dyson.
Pruebas del mundo real
Dyson realiza pruebas tanto en laboratorios como en el hogar, es una parte imprescindible del proceso de diseño. Las pruebas realizadas en los laboratorios de Dyson demuestran que no sólo es importante testar el rendimiento de las aspiradoras con polvo de prueba sino también con los polvo/suciedad doméstica real. Probamos con 60 variedades de polvo y restos reales de suciedad del hogar: galletas para perros, cheerios (tanto de la UE como de Estados Unidos), polvo, pelusa y arena, así como pruebas de uso simuladas incluyendo caer nuestras máquinas, bajar las escaleras, etc. repetidamente.