
El mundo de las mascotas está viviendo una auténtica revolución en los últimos años. La gente ya no se ve como dueños de animales, sino como padres de los mismos. Solo en Estados Unidos, la gente gasta unos 40.000 millones de euros en alimentos para mascotas, juguetes y otros productos para ellos.
"Los perros solían ser tratados como guardianes, luego pasaron a ser compañeros de las personas, y ahora se han convertido en sus hijos", asegura Alexandra Suich, reportera de The Economist. "Además, ahora no tienen nombres idiotas de perro, sino que les ponen nombres humanos", concluye.
En 2016, en EEUU los dueños de mascotas se gastaron unos 400 millones en trajes para disfrazarlos en Halloween. En 2017 se calcula que el gasto en regalos de San Valentín para sus animales alcanzó casi los 600 millones.
Motivos del cambio
¿Por qué ha cambiado el trato a las mascotas? Uno de los principales motivos es que los jóvenes tardan cada vez más en casarse y tener hijos, por lo que muchos jóvenes entregan esa energía emocional que podría haber sido para sus hijos a sus perros. Además, los horarios de trabajo de los millenials no favorece el cuidado de los niños que si permiten las mascotas.
En este sentido, son muchas las empresas que admiten la presencia de perros en sus instalaciones, como pasa con Google, mientras que otras ofrecen guarderías para animales subvencionada.
Además, como si de un hijo se tratase, las personas invierten mucho dinero en el cuidado, la seguridad y el ocio de sus perros. Dispositivos para cuidar la salud de los animales, camas más cómodas, comida más sana -"Hay comida para perros de tanta calidad que cuesta distinguirla de la comida humana", dice Suioch-, nuevos entretenimientos, hoteles, productos de lujo...