
Más de la mitad de los cortes de luz por problemas en la red de transporte de toda España se producen en Fuerteventura. REE construye una línea para solventar el problema y permitir la conexión de nuevas plantas renovables, pero un juez, a petición del Cabildo Insular, ha paralizado las obras por su impacto ambiental. REE va a recurrir al Supremo y los promotores de renovables reclaman indemnizaciones.
La construcción de líneas eléctricas nunca ha sido fácil en Canarias. Las islas ofrecen un modelo de turismo basado en un clima y un paisaje privilegiados que combina mal con los tendidos eléctricos. Endesa lo sufrió cuando operaba sola en el archipiélago y REE también lo padece desde que le compró las redes de transporte en 2010.
El punto más negro de las islas es el sur de Fuerteventura, donde el uso de grupos electrógenos está a la orden del día por la frecuencia de los apagones. Los datos de REE indican que durante los últimos tres años la energía no suministrada por incidencias de la red de transporte del sistema Lanzarote-Fuerteventura representa el 56,3% de toda España, mientras que su demanda de energía sólo es del 0,6% del total.
300 veces menos seguridad
Dicho de otro modo, la seguridad del sistema eléctrico en la zona es 100 veces menor que en el conjunto del sistema eléctrico español y 300 veces menor que en la península Ibérica. Sin embargo, la población, acostumbrada a los frecuentes cortes, prefiere sufrirlos a cambiar el entorno natural.
Tan es así que el pasado enero, el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC), a petición del Cabildo Insular, suspendió de manera cautelar las obras de una línea eléctrica entre la capital majorera, Puerto del Rosario, y la localidad de Gran Tarajal, por su impacto ambiental, a pesar de que el proyecto obtuvo una declaración favorable. Y el Parlamento canario, unánimemente, impidió que el Consejero del ramo lo recurriese.
REE sí recurrió la suspensión, pero el TSJC no ha atendido su petición y la compañía se plantea ahora elevar el caso al Tribunal Supremo, mientras teme que proliferen recursos similares que den al traste con los plazos previstos para reforzar las redes de las islas.
REE planea invertir unos 1.800 millones de euros a tal fin hasta 2025. Ese capital, además de mejorar sensiblemente la calidad del suministro, permitirá desplegar renovables, que no sólo generarán energía limpia, sino que rebajarán la factura de todos los españoles, puesto que la electricidad en los sistemas no peninsulares cuesta 1.500 millones anuales que se reparten a partes iguales entre los consumidores eléctricos y los contribuyentes.
Normalmente los isleños reclaman el soterramiento de los tendidos, algo que multiplica por diez su coste y que la legislación, salvo situación muy excepcional, limita a las poblaciones. No obstante, Endesa ya tuvo que enterrar líneas en su día y REE no ha tenido otro modo de calmar otro levantamiento contra las redes en Lanzarote: se ha cambiado la clasificación de un terreno a urbano al objeto de soterrar un tendido crucial para la interconexión marina con Fuerteventura.