Empresas y finanzas

La 'pesadilla' del Brexit llega también a la cerveza Guinness

  • Diageo decidió el pasado febrero apostar por Dubín para producir whisky

Desde que se comenzara a hablar del Brexit, muchos han sido los informes que han analizado la repercusión del divorcio entre la Unión Europea y Reino Unido. La última empresa en analizar el coste de esta separación ha sido la emblemática compañía irlandesa Guinness, cuya famosa cerveza negra -más bien sus ingredientes- cruza la frontera entre Irlanda y Reino Unido varias veces antes de que su fina espuma adorne el bigote de algún afortunado.

El proceso es sencillo. Según recoge Bloomberg, los ingredientes llegan de toda Irlanda a Dublín, donde se mezclan el agua, la cebada, el lúpulo y la levadura para elaborar la cerveza. Después, esta se bombea en camiones cisterna -conocidos en las islas como balas de plata-, y se transporta unos 140 kilómetros al norte, a Belfast, en la provincia de Irlanda del Norte, Reino Unido. Allí, se hace el embotellado y enlatado antes de ser enviado de vuelta al sur para su distribución.

La compañía está preocupada por lo que pueda suceder con la única frontera terrestre del Reino Unido con la UE. Mientras, políticos y diplomáticos en Dublín, Londres y Bruselas insisten en que no se recuperarán los controles fronterizos existentes durante el violento conflicto de Irlanda del Norte.

"Para mí, no hay duda, tiene que haber algún tipo de visibilidad de aduanas a ambos lados de la frontera", explica Robert Murphy, exfuncionario de aduanas de la autoridad tributaria irlandesa que posteriormente trabajó en la Comisión Europea en Bruselas. "La idea de tener una frontera transparente y sin fricción es encantadora, pero me pregunto en qué medida es realista", añade.

Los controles fronterizos comenzaron a desaparecer en la década de 1990, cuando los gobiernos británico e irlandés, respaldados por la UE, promovieron un acuerdo de paz entre los nacionalistas, principalmente católicos, que luchaban por una Irlanda unida, y los lealistas, mayormente protestantes, que defendían el 'statu quo'.

Las personas que salen de compras ahora pueden cruzar con libertad a uno u otro lado de la frontera usando sus euros irlandeses o libras británicas. El comercio transfronterizo mueve a día de hoy más de 3.000 millones de euros al año, según calcula el gobierno irlandés.

Para el propietario de Guinness, Diageo, esto significa que los camiones de la compañía pueden ir al norte o al sur sin trabas. Los camiones cruzan cada año la frontera de Irlanda unas 13.000 veces solo en viajes relacionados con la cerveza. Si se suman los viajes por el conocido licor de whisky y crema, Baileys, el número se eleva a más de 18.000.

El coste no solo es económico

Una frontera dura podría causar retrasos de entre 30 minutos y una hora, con un coste adicional de 100 euros por viaje, estima la compañía. Solo esto añadiría 1,3 millones de euros al coste de Guinness y otras cervezas que Diageo produce en Irlanda.

La compañía ha dicho que trabajará con los gobiernos británico e irlandés para encontrar una solución a la cuestión fronteriza. En el borrador de directrices para negociar la salida del Reino Unido, el presidente de la UE, Donald Tusk, dijo que se necesitarán "soluciones flexibles e imaginativas" para evitar una frontera dura.

"Para grandes empresas como Diageo y marcas como Guinness, podría haber soluciones, ya sea un etiquetado electrónico o algún tipo de programa de comerciantes de confianza", dijo Murphy. "Los funcionarios de aduanas no quieren hacer perder tiempo a la gente. Pero no va a ser fácil", sentencia.

Apuesta por Irlanda

Diageo decidió el pasado febrero volver al mercado del whisky irlandés con el lanzamiento de una nueva mezcla denominada Roe&Co,que invertirá 25 millones de euros en una nueva destilería en Dublín.

El dueño de marcas como Johnnie Walker, Smirnoff o Guinness, explicó que el nombre del proyecto rinde homenaje a George Roe, un fabricante irlandés de whisky del siglo XIX cuya destilería, George Roe&Co, se convirtió en la más grande de Irlanda.

Diageo, además, informó de que reconstruirá la antigua 'Guinnes Power House' de Dublín para establecer allí la destilería de 'St James Gate', que comenzará a producir en la primera mitad de 2019.

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