La firma de ropa Ralph Lauren anuncia el cierre de su tienda bandera en plena Quinta Avenida de Nueva York, que incluía un café y que no ha llegado a los tres años, en un intento de avanzar en su reestructuración. Desde finales de 2014, las acciones se han depreciado un 55% y hace un mes dimitió su consejero delegado.
Ralph Lauren refleja la delicada situación que están pasando las marcas de lujo de ropa frente a los gigantes del textil. La firma ha tomado la dolorosa decisión de cerrar su tienda bandera de Nueva York, ubicada en la Quinta Avenida, dentro los ajustes adicionales que ha anunciado la compañía.
Desde hace un año la compañía está inmersa en una reestructuración de red de tiendas y plantilla, para paliar la caída de ventas. La marca del caballo ha informado en un comunicado que reubicará la mercancía en el resto de siete tiendas, pero no hará lo mismo con los trabajadores, aunque no ha facilitado cifras. El restaurante de la calle 52 de Manhattan se mantendrá abierto.
La empresa estima que esta iniciativa junto a la reducción de costes y reordenación de su cartera inmobiliaria supondrá un ahorro anual de 140 millones de dólares, que se suman a los de hasta 220 millones, con las medidas anunciadas hace un año. Ralph Lauren tendrá que afrontar gastos por reestructuración por 370 millones de dólares.
Ralph Lauren está buscando nuevos conceptos comerciales, relacionados con la gastronomía, desarrollando otros modelos de tiendas y consolidar su mercado online. Hace un mes la empresa perdió a su consejero delegado, Stefan Larsson, que sustituyo a su fundador en 2015. Las acciones de Ralph Lauren caen un 2,5% hasta los 79,33 dólares. Desde finales de 2014, los títulos de la compañía se han depreciado un 55%.
