
El Ministerio de Energía ha fijado unas reglas para la próxima subasta de 3.000 MW renovables que benefician a la eólica frente a las demás tecnologías; es más, solo las grandes plantas fotovoltaicas ubicadas en las zonas más al sur del país tendrán posibilidades de adjudicarse algún proyecto, según las estimaciones realizadas por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
Teóricamente, el concurso de renovables que se celebrará durante el primer semestre del año es tecnológicamente neutro, es decir, está pensado para que las distintas tecnologías limpias compitan entre sí al objeto de que ganen los proyectos que precisen menos ayudas, de forma que se minimicen los costes para los consumidores.
Sin embargo, en la práctica, las reglas de la subasta benefician a la energía eólica. A diferencia del concurso de 500 MW eólicos y 200 MW de biomasa celebrado hace un año, en el que ganaban los proyectos que ofrecían mayores descuentos sobre las ayudas a la inversión, en esta ocasión no es así: se sigue pujando por un mayor descuento, pero triunfan los proyectos que provocan un menor sobrecoste para el sistema eléctrico, en función de unos parámetros técnicos de referencia, como la horas de operación de las instalaciones o su coeficiente de apuntamiento.
Clave: las horas de operación
La Orden ministerial que define dichas reglas -aún falta por publicar una Resolución que las detalle- considera tres instalaciones tipo: eólica, con 2.800 horas anuales; fotovoltaica, con 2.367 horas, y una tercera, sin asignar a una tecnología concreta, con 5.000 horas.
Pues bien, según los cáculos de la CNMC, suponiendo que todos los proyectos ofrecieran el mismo descuento sobre la inversión inicial, cuando éste es menor que el 26,4 por ciento siempre gana la fotovoltaica, pero si es mayor, siempre se beneficia la eólica, que dispone de muchas más opciones; las demás no tienen ninguna posibilidad. Incluso puede darse el caso de que plantas que ofrezcan un descuento mayor queden relegadas al combinar su oferta con las horas tipo de funcionamiento.
Además, las horas asignadas a cada instalación tipo son muy excluyentes: en el caso eólico solo las disfruta el 8,9 por ciento del parque instalado y en el caso fotovoltaico el 2,4 por ciento; las de la tercera categoría son inalcanzables para la minihidráulica y, aunque biomasa y termosolar sí pueden llegar, sus costes de operación no les permiten competir; la CNMC opina que su presencia "parece únicamente instrumental".
Según la CNMC, solo las grandes plantas solares, con más de 100 MW y seguidores a dos ejes que se construyan en Canarias, Extremadura, Huelva, Sevilla, Almería y parte de Ciudad Real, Albacete, Alicante y Murcia tienen posibilidades de ganar, si se puja muy a la baja, frente a la ventaja otorgada a la energía del viento.
Se pujará por 3.000 MW y hacen falta 8.500 MW
El Ministerio confía en que con el concurso de 3.000 MW renovables, más el aumento previsto en biocarburantes y otras medidas menores, se alcance el objetivo europeo -sujeto a sanciones por incumplimiento- de cubrir un 20% de la demanda energética del país en 2020. Sin embargo, la CNMC le recuerda que la vigente Planificación de redes eléctricas prevé incorporar más de 8.500 MW limpios hasta ese año y le pide "cuidar" que la potencia incorporada sea coherente con las previsiones existentes.