Empresas y finanzas

Endesa y el Gobierno coinciden: Garoña no sienta un precedente

  • Garoña es referente política, pero no técnicamente

José Bogas, consejero delegado de Endesa, y Daniel Navia, secretario de Estado de Energía, coinciden al afirmar que el visto bueno otorgado por el Consejo de Seguridad Nuclear a la central nuclear de Garoña para operar más de 40 años siente un precedente para el resto del parque español.

Bogas entiende que el organismo ha analizado la central y que ?con el resto de centrales se hará el mismo proceso? por eso ahora cree que hay que analizar el informe antes de decidir. Navia que "La decisión que nosotros tomemos aquí en Garoña no prejuzga lo que podamos hacer en otras centrales".

Bogas lo sostuvo ayer en declaraciones a la prensa tras participar en una Jornada organizada por el IESE y Deloitte; Navia durante otra Jornada, organizada por Expansión.

Hasta anteayer, el CSN había emitido autorizaciones para operar de 10 años de duración que, a su vez, condicionaban la duración de la autorización que expide el Ministerio de Energía. Sin embargo, anteayer decidió no establecer un plazo límite a su vinculante permiso, de modo que el ministro Álvaro Nadal tiene las manos libres, si así lo desea, para otorgar una licencia por más de 10 años.

En 2014, las dos propietarias de Garoña, Endesa e Iberdrola, solicitaron al ministerio una licencia de operación por 17 años -hasta 2031, ejercicio en que la planta habrá cumplido 60 años desde su puesta en marcha-, alegando que con menos tiempo no se amortizan las inversiones que debe recibir la instalación para operar con seguridad, que superan los 150 millones de euros.

La petición -aparte de su justificación económica- se interpretó como un intento de sentar un precedente para alargar la esperanza de vida de las otras cinco centrales nucleares hasta los 60 años, en línea con lo que está haciendo EEUU y defiende la Comisión Europea.

Sin embargo, las centrales tienen diseños diferentes y deben ser analizadas una por una. Indudablemente, la vía libre otorgada a Garoña por el CSN para que opere más de 10 años establece un precedente político, pero no técnico.

Por otro lado, la prolongación de la esperanza de vida de las centrales tiene otra vertiente en la gestión de los residuos. Su vigente planificación prevé un volumen generado durante 40 años de operación de las plantas, aunque el borrador del próximo Plan, el séptimo -frenado a finales de 2015 por la incertidumbre con el ATC, el almacén planificado en Cuenca-, incluye un escenario con 50 años de vida útil.

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