
El fabricante automovilístico nipón Nissan logró entre abril y diciembre un beneficio neto de 414.200 millones de yenes (3.452 millones de euros), lo que supone un 8,5% interanual menos, debido sobre todo a tipos de cambio desfavorables.
En este período, que corresponde a los nueve primeros meses del ejercicio fiscal nipón, la compañía con sede en Yokohama (sur de Tokio) registró un beneficio operativo de 503.200 millones de yenes (4.194 millones de euros), un 14,3% menos que un año antes, informó hoy la compañía en un comunicado.
Su facturación por ventas retrocedió un 7,6% hasta 8,2 billones de yenes ( millones de dólares), mientras que el número de vehículos comercializados creció un 2,6% interanual hasta los 3,99 millones de unidades.
El principal motivo de esta evolución fue la fortaleza del yen frente al dólar y al euro, lo que redujo los ingresos de Nissan al repatriarlos, explicó la empresa.
"A pesar de que estos resultados reflejan el viento en contra continuado de los tipos de cambio, seguimos convencidos de poder lograr nuestros objetivos anuales", señaló el presidente de la compañía, Carlos Ghosn.
Ventas por áreas
Por áreas geográficas, Nissan registró unas ventas de 1.582.000 unidades en Norteamérica, su primer mercado, lo que supone un 6,2% más. En Japón, Nissan vendió 344.000 unidades (un 10,0% menos), mientras que en Europa comercializó 542.000 unidades (un 0,4% más).
Nissan ha dejado intacta su previsión de resultados para el año fiscal en curso, que terminará el próximo 31 de marzo, y en el que prevé embolsarse 525.000 millones de yenes (4.371 millones de euros), un 0,2% más interanual.
Según las estimaciones, su beneficio operativo se reducirá un 10,5% hasta los 710.000 millones de yenes (5.911 millones de euros), mientras que la facturación por ventas caerá un 3,2% hasta los 11,8 billones de yenes (98.249 millones de euros).
Los resultados del segundo mayor fabricante de Japón -y cuarto mundial en virtud de su alianza con la francesa Renault- se publican en un momento de incertidumbre para el sector automovilístico debido a la llegada al poder del presidente estadounidense, Donald Trump, quien ha manifestado su intención de tomar medidas proteccionistas.
Nissan cuenta con varias plantas de producción en México e importa anualmente unos 300.000 vehículos desde allí a EEUU, el mayor volumen de todos los fabricantes nipones, y por tanto se vería muy perjudicado si Trump cumpliera sus amenazas de imponer elevados aranceles aduaneros a los productos procedentes del país fronterizo.