Limita del 4 al 1,7% el alza en los ingresos, pero eleva del 8 al 8,8% la rentabilidad
En un entorno volátil, con los tipos de interés a ras de suelo, de auge en ciertos siniestros en España con la recuperación económica o su enfriamiento en mercados emergentes, Mapfre fijó su prioridad el pasado en la rentabilidad frente al volumen. El primer saldo del reenfoque es que sacrificó 388 millones de euros en contratos deficitarios en todo el mundo limitando así la expansión de los ingresos al 1,7 por ciento frente al 4 que habría presentado de no renunciar a dichas pólizas, pero contribuyó a que el beneficio creciese el 9,4 por ciento y la rentabilidad media sobre recursos propios (Roe) escalase del 8 al 8,8 por ciento en el ejercicio.
Y, según detalló ayer el presidente del grupo, Antonio Huertas, el avance del resultado habría sido muy superior, del 41 por ciento, si se neutralizasen los 187 millones en extraordinarios anotados en 2015 por la venta a BBVA del negocio asegurador conjunto en Cataluña Caixa. Son cuentas espoleadas de manera especial por un negocio récord en España y una fuerte contribución del reaseguro y que cogieron ritmo de manera particular en el último trimestre favorecidas por cierta recuperación de las divisas frente al euro -no en vano, el beneficio aún caía al 3,3 por ciento hasta septiembre-. Pero son cuentas que cosecha de igual forma también por el esfuerzo superior en selección de riesgos y control de gastos.
Huertas reconoció que, aunque revisar la viabilidad de pólizas y negocios es inherente a su actividad, hay una apuesta clara de corregir "debilidades" del grupo y buscar "nuevas vías, nuevas avenidas, de crecimiento y expansión del negocio". Y esta decisión de identificar áreas o negocios donde no salgan los números para su reajuste o descontinuarlas, descansa, sobre todo en tres pilares, según detalló el director financiero del grupo, Fernando Mata. Su intención es escorar un mayor esfuerzo hacia líneas de particulares en detrimento de la suscripción de pólizas colectivas, normalmente de márgenes inferiores y en ciertos casos, incluso, insuficientes por la competencia como ocurre en el mercado español en flotas o responsabilidad civil.
Giro hacia los particulares
La aseguradora ha cancelado también contratos deficitarios, sobre todo en Latinoamérica, que compensaban con buenos resultados financieros en previsión de bajadas de tipos de interés. El tercer foco en este saneamiento es el abandono de ciertas líneas de negocio por su falta de visibilidad al ser negocios a largo plazo y cuya siniestralidad puede tardar años en ocurrir, ante la incertidumbre y volatilidad sobre el desempeño económico del país, como ha hecho en Colombia y en las rentas vitalicias en Perú.
El ejercicio de saneamiento, conjugado con una suscripción más conservadora favoreció que el ratio combinado bajase del 98,6 al 97,4 por ciento -proporción de ingreso que consumen los costes siniestrales y operativos-. Su hoja de ruta para 2018 es limitarlo al 96 por ciento, algo que ven factible este año.
En los principales países ganó más de 1.000 millones, aunque la cuenta consolidada resulta inferior por Italia a raíz del saneamiento del negocio adquirido a Direct Line, Colombia y Asistencia por, también, provisiones para su replanteamiento. Los motores son Iberia -España y Portugal-, con un auge del 57,2 por ciento en su resultado, la capacidad de resistencia de Brasil pese a la crisis y el reaseguro, cuyo beneficio crece el 22 por ciento por mayor negocio y baja incidencia de riesgos catastróficos durante el ejercicio.
En las tres áreas cosecha rentabilidades de entre el 16,5 y 9,9 por ciento. Solo EEUU presenta un Roe inferior al grupo, del 5,7 por ciento.