Empresas y finanzas

Mínimo histórico de la deuda entre los inversores particulares: sólo tienen el 0,33% del total

  • La evolución de los tipos de interés ha restado atractivo al producto

La deuda del Tesoro cada vez tiene menos atractivo para los inversores particulares. Si en el año 2001 llegaron a tener el 5,6% del total de las letras y bonos en circulación, actualmente este porcentaje se ha desplomado hasta el 0,33%. En este tiempo, la deuda en circulación del Estado se ha multiplicado por tres, mientras el volumen en poder de los pequeños ahorradores ha pasado de rozar los 15.000 millones de euros a los 2.700 millones.

Las razones para este desapego son varias. En estos años parte del ahorro de los particulares destinado a la deuda se ha canalizado a través de los fondos de inversión. Hace 15 años los partícipes en productos de renta fija sumaban 931.000 y el valor patrimonial alcanzaba los 34.000 millones de euros, ahora el valor llega a 46.000 millones y los partícipes superan los 1,6 millones.

Más determinante es la evolución de los tipos de interés, que ha restado atractivo paulatinamente a letras y bonos, salvo en algunos momentos puntuales. Con la llegada de la crisis, y en pleno clima de desconfianza hacia nuestra deuda soberana, el Tesoro se vio forzado a vender a tipos más altos. Eran tiempos en que se 'invitaba' a la banca a comprar bonos y el Gobierno reforzaba la campaña publicitaria del Tesoro enfocada a los particulares.

En el año 2011, por ejemplo, el tipo medio de las letras pasó de 1,78% del ejercicio anterior a 3,3% y el volumen de los particulares se recuperó. Atraídos por una mayor rentabilidad, y por los mensajes de ser una inversión interesante y segura, las letras en su poder aumentaron un 82%, y pasaron de 1.976 millones de euros a 3.603 millones. La misma tendencia se siguió en los plazos más largos, y así los bonos y obligaciones en poder de personas físicas llegaron hasta los 3.579 millones, lo que supone crecer un 63,5% respecto a 2010. Pero a partir de ese año, tanto tipos de interés como inversión particular reanudaron su camino descendente que a día de hoy aún no ha tocado suelo.

Letras a 3 meses en negativo

En abril de 2015 el Tesoro colocó, por primera vez en su historia, letras a tres meses a tipo negativo. Un hito que en los meses posteriores se extendería a más plazos y que acabó de matar la inversión de los particulares en los plazos más cortos de deuda. No sólo por el hecho de que quién compre letras en esas condiciones perderá dinero, sino por la intervención del Gobierno, ya que la secretaría del Tesoro dictó una resolución en agosto de 2014 ?con el fin de velar por los intereses de los suscriptores de deuda pública?, por la cual se dan por no presentadas las peticiones de los particulares si el tipo medio ponderado resulta negativo.

Si el año 2015 se inició con 1.202 millones de euros en letras en poder de las personas físicas, en el mes de octubre de este año, el último dato disponible, la cifra se ha reducido a 156 millones, lo que supone un porcentaje residual sobre el total del 0,19%. Hoy la inversión de los particulares se concentra pues en bonos, aunque lo que atesoran los particulares, 2.547 millones de euros, representa un más que modesto 0,35% del total.

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