Empresas y finanzas

Steven Cohen: el hombre sin rostro

Steven Cohen:, el cuarto gestor de 'hedge funds' que más cobra. Foto: eE
¿De qué están hechas las leyendas? En la mayoría de los casos, de una realidad llevada al mito a base de exageraciones y triunfos.

En el caso de Steven Cohen (1956), fundador del hedge fund SAC Capital Partners y uno de los brokers más influyentes del parqué mundial, el triunfo le llegó muy pronto y él mismo se encargó de alimentar las exageraciones, como demuestra el hecho de que no se deje fotografiar.

Corría el año 1978. Cohen tenía apenas 22 años y ninguna experiencia en el mundo financiero. Pero en su primer día en Wall Street cimentó su triunfo inicial: en una sola sesión logró un beneficio de 8.000 dólares (de aquella época). Pocas jornadas después, incluso, hizo ganar a su compañía 100.000 dólares y, en seis años, se decidió a fundar su propia empresa, SAC.

Ahora estamos en 2006 y Cohen es el cuarto gestor de hedge funds mejor pagado del mundo, con 550 millones de dólares el pasado año. Eso le permite amasar una fortuna de 5.000 millones de dólares y situarse en el puesto 93 de las grandes riquezas de Estados Unidos, según la revista Forbes.

Un patrimonio que le ha permitido crear otro mito:
el de ser uno de los mayores coleccionistas de arte mundiales. Una afición que le llegó tarde y que le fue inculcada por su mujer. El mecenazgo artístico también se extiende al terreno solidario; entre los destinatarios de su filantropía están los familiares de las víctimas del 11-S o la Asociación contra el Parkinson, presidida por el actor Michael J. Fox.

Pero no todos los días sale el sol para Cohen.
El magnate de los hedge funds vivió el 12 de junio una de sus peores jornadas en los casi 30 años que lleva pegado a los mercados bursátiles. En un solo día perdió 150 millones de dólares -o el 1,5 por ciento de los activos de su empresa-, tras una sesión bursátil especialmente aciaga. Las leyendas también deben sufrir reveses para seguir creciendo.

¿Por qué no vendió a tiempo como hubiera hecho unos meses antes?
Cohen siempre había creído en las altas rentabilidades con cuatro movimientos en bolsa. Sin embargo, él mismo ha enterrado el sistema que lideró: la estrategia de ventas rápidas ha llegado a su final. "Es difícil encontrar ideas que otros no hayan tenido y es aún más difícil obtener rentabilidades y diferenciarse de los demás", admitió Cohen a The Wall Street Journal.

Quizás la leyenda se haya vuelto prudente, tras una delicada operación médica en la que casi pierde la vida. Ahora defiende apuestas más grandes y mantiene las acciones en su poder durante más tiempo. ¿Gurú o realista? Él lo tiene claro: "El mercado está cambiando". Pase lo que pase en las bolsas, los 600 empleados de SAC seguirán trabajando a 21 grados -para no perder la tensión- y con los teléfonos en silencio -para no desconcentrar al compañero-.

Y él, junto a su segunda esposa, Alex, seguirá ampliando su fortuna pictórica,
que incluye un Jackson Pollock valorado en 52 millones en la biblioteca o un Van Gogh y un Gauguin en el comedor. Para recibir a los invitados, un Andy Warhol. O disfrutando de sus siete hijos, comiendo sándwiches de pollo y viendo reality shows. Él, lejos de considerarse una leyenda, se define como un tipo común, cínico y corriente. Una vez más, se cumple la leyenda.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky