Empresas y finanzas

Sabadell sale del portugués BCP ante la toma de control del chino Fosun

  • Vende un 4,08% del luso, en el que ha perdido más de 400 millones en inversión

El Sabadell pliega velas en su histórico socio portugués Millennium BCP. El banco presidido por Josep Oliu saca a la venta casi toda su participación accionarial, tras 16 años de asociación, sin que cuajase el interés inicial de asumir su gestión y cuando parece haberse despejado, paradójicamente, el camino para que sí consiga hacerlo ahora el inversor chino Fosun.

La entidad anunció ayer la colocación acelerada y privada de un 4,08% del capital del luso entre inversores institucionales. La operación, dirigida por Citigroup, se cerró ayer por un importe de 44,3 millones de euros. La colocación se hizo a 1,15 euros por acción, frente a los 1,29 euros a los que BCP cerró ayer. Conservará, no obstante, una participación del 0,14% para mantener viva una alianza comercial por la que ambos bancos atienden a los respectivos clientes en sus redes como si fuesen propios.

Salir del capital deja para el Sabadell un saldo superior a los 400 millones de euros en inversión perdida, en forma de provisiones encajadas trimestre a trimestre contra sus cuentas. La colocación anunciada podría anotar alguna minusvalía adicional, aunque limitada y en función del descuento finalmente aplicado, puesto que la participación se encuentra provisionada.

La entidad liderada por Oliu apostó fuerte por su socio y ha surtido apoyo permanente al proyecto del Banco Comercial Portugués (BCP). Sus lazos se estrechan en 2000, cuando el Sabadell preparaba la salida a bolsa e incorporó al grupo luso como accionista significativo.

El BCP tomó entonces un 10% de su capital y la entidad española un 3% del luso. El cruce accionarial se complementó con un intercambio de consejeros que hoy se mantiene -BCP conserva alrededor de un 2,5% de participación-, aunque es previsible que el Sabadell ceda su sillón en el futuro. En aquel momento lanzaron, incluso, la filial online ActivoBank para operar en la Península, que pronto acabó bajo el paraguas de la entidad española.

Desde entonces, los planes para estrechar lazos y cábalas sobre una unión de ambos han sido constantes. Incluso en fechas recientes cobró cuerpo un supuesto interés del BCP, abanderado por el mismo Banco de Portugal, para que integrase al grupo luso dentro del plan para reordenar la débil banca vecina.

La disposición del Sabadell ha cristalizado, de hecho, en varias ampliaciones de capital del socio, donde acudió para evitar una dilución de su peso. Apoyó al BCP en la ampliación de 1.300 millones que realizó en 2008 para mejorar su solvencia y financiar una expansión de red en Portugal, Polonia y Rumanía; y en la efectuada en 2014 por valor de 2.250 millones para devolver las ayudas públicas. En esta última ventana, el Sabadell aprovechó, incluso, para subir su participación al 5,53%.

Pero la inclinación a dar un paso más se tropezaba con Sonangol, el accionista angolés que también dificultó los planes de Caixabank en BPI, y dueño del 17,8% de BCP. La situación solo ha mutado ahora, cuando la fragilidad de la banca lusa ha obligado a retirar los límites al voto de las entidades para facilitar sus rescates y BCP ha dado entrada a Fosun en otra ampliación de capital, donde compró el 16,7 del socio del Sabadell y aspira a llegar al 30%.

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