
Philip Morris, la tabaquera norteamericana propietaria de marcas como Marlboro, Chesterfield y L&M, está de enhorabuena. Pese a la caída de las ventas de cigarrillos en España como consecuencia del contrabando, su facturación sigue creciendo.
En los dos últimos años, entre 2013 y 2015, ha aumentado casi un 12%, hasta 640,8 millones de euros. La compañía cerró el último ejercicio con un beneficio después de impuestos de 45,5 millones, lo que supone un 24,3% más que en 2014.
El incremento de ventas de Philip Morris se produce tras el nombramiento a finales de 2012 de Mario Masseroli como nuevo presidente y consejero delegado de la filial en sustitución del polaco Andrzej Dabrowski. Desde entonces, la empresa no sólo ha aumentado sus ventas sino que ha conseguido además ganar cuota de mercado. Entre 2008 y 2015 las ventas de tabaco legal en España se han desplomado a la mitad. Y aunque la caída se ha ralentizado, en los dos últimos años, en pleno crecimiento de Philip Morris, el sector ha perdido un 2,1% de su negocio.
En sus últimas cuentas anuales, la empresa explica que ha conseguido una cuota de mercado del 33,4% al cierre de 2015, lo que supone 1,3 puntos porcentuales más con respecto al año anterior. Según Philip Morris, el liderazgo se ha consolidado "gracias al extraordinario comportamiento de nuestro buque insignia Malrboro", gracias tanto a sus variantes de precios más bajos como a las más caras, que han mantenido el diferencial con las marcas más baratas del mercado con las que compite. Para consolidar esta posición y ampliar sus márgenes, la compañía que dirige Masseorli está reclamando de hecho al Gobierno una subida del impuesto mínimo, lo que forzaría a las marcas más baratas a encarecer sus productos y le permitiría aumentar también el precio de los suyos.
La enseña más vendida en España sigue además creciendo. De acuerdo con las últimas estadísticas del Comisionado del Mercado de Tabacos, un organismo dependiente de Hacienda, su cuota a 31 de octubre era del 16% frente al 14,9% que tenía hace un año. La segunda posición es para Winston, una enseña de Japan Tobacco, con el 12,3% y la tercera para Chesterfiel, con el 8,2%.
La UE rompe el acuerdo por el contrabando
Hay que tener en cuenta, por otro lado, que las marcas de Philip Morris son las que más se usan para el contrabando y que esa es una de las razones por las que la Comisión Europa decidió romper el pasado julio el acuerdo que tenía con la compañía para evitar el tráfico ilegal.
En virtud de los acuerdos firmados con las cuatro grandes tabacaleras, las compañías pagaban a la UE y a sus Estados miembros un total de 2.150 millones de dólares (alrededor de 2.000 millones de euros) para evitar procesos judiciales por los impuestos y aranceles no recaudados por el comercio ilegal de cigarrillos. Las empresas también se habían comprometido a combatir de manera activa el contrabando y la falsificación de sus productos, pero según la Comisión el acuerdo no ha resultado efectivo. El primero en expirar ha sido el de Philip Morirs.