La junta de accionista del portugués BPI aplazó ayer la votación sobre la pérdida de control del angoleño BFA hasta el día 13 de diciembre, a petición de CaixaBank, con el objetivo de contar con más información sobre la posición del BCE.
La postura del supervisor es clave para el futuro de la entidad, que pretende solventar el exceso de concentración de riesgos en Angola con la venta del 2 por ciento de BFA a Isabel dos Santos y mantener el 48,1 por ciento. De esta manera, evitaría realizar provisiones extraordinarias e, incluso, una posible sanción. BPI tiene que aprobar antes del 15 de diciembre el traspaso, según el acuerdo alcanzado con Dos Santos.
