Empresas y finanzas

El 'grifo' financiero se cierra también para las empresas más pequeñas que deben replantearse otras soluciones

Las entidades de crédito ampilan las restricciones para las concesiones mientras las pymes reducen sus ventas. La no renovación de las líneas de crédito hace desaparecer el circulante y aumenta la morosidad. Los expertos recomiendan desde reducir gastos a convertirse en franquicia o buscar sinergias entre empresas del sector para compartir gastos.

Más allá de los problemas de Fortis, Dexia o Lehman Brothers la vida sigue. El tejido empresarial español está formado en su mayor parte por pequeñas y medianas empresas que también ahora viven momentos duros.

Los más reputados analistas aseguran que el grifo se ha cerrado, pero en realidad deberían añadir que se ha cerrado para todas. "Hace seis meses ya se veía venir pero casi nadie lo reconocía. Ahora la banca ha cerrado el grifo casi al cien por cien para todo el mundo", asegura Patricio Rodríguez-Carmona, presidente de la Confederación de Asociaciones de Jóvenes Empresarios (Ceaje).

Nadie se libra de la gran lupa que utilizan ahora los bancos para renovar o conceder un crédito. "Lo que antes resolvías en un par de semanas, ahora te cuesta cuatro o cinco semanas. Eso si consigues algo. Si antes visitabas una entidad, ahora por lo menos debes llamar a la puerta de tres". Con esta sencilla regla explica Enric Rius, asesor fiscal de la patronal catalana Cecot, el laberinto en que se encuentran cientos de pymes que necesitan con urgencia renovar sus créditos para poder seguir funcionando.

Problemas inmediatos

Las dificultades se constatan día a día, no han llegado de ayer para hoy ni tampoco se marcharán mañana. Las principales trabas con las que se encuentra una empresa son dos: la no renovación de la línea de crédito con las entidades bancarias, "incluso en cifras que antes parecían ridículas, como 20.000 euros" apunta Rodríguez-Carmona, y la morosidad; y que "las líneas de crédito en una pyme sirven básicamente para favorecer el circulante dentro de la empresa y que pueda ir funcionando. Si carece de este circulante al no tener líneas de crédito generan más morosidad", explica el presidente de la Ceaje. Rius aventura que "la morosidad es más elevada de las cifras que se están barajando en la actualidad".

El presidente de la Cámara de Comercio de Madrid, Salvador Santos, apunta al descenso del consumo como la chispa que puede encender todo el proceso de declive en una pyme. "Si desciende el consumo la gente no compra, si no compra la empresa no gana, empiezan a demorar los pagos y acaban por hacer morosos a sus morosos y llevan al banco a desatender sus peticiones de créditos", comenta.

"La situación es palpable cada día, lo vemos. Nosotros somos diseñadores de portales web para la Administración, y ahora todo se ha cortado. A nosotros las entidades no nos dan para seguir funcionando a la espera de que mejore la situación, y la Administración también ha reducido el número de pedidos y además tardan más en pagar", comenta Lluis Delgado, un emprendedor de 31 años.

Pero la situación de las pymes, "a veces dramática" según la Ceaje, se extiende. Según datos de Cecot, el 64% de las empresas reconocen haber reducido sus ventas durante el primer semestre de este año respecto al año anterior. Más de la mitad han sufrido una reducción de su margen comercial, mientras que un 66% asegura haber reducido sus resultados. Por otro lado, un 50% de los empresarios encuestados afirma haber tenido problemas para acceder a financiación hasta junio de este año.

Excusas y salidas

La respuesta de las entidades bancarias es siempre la misma: "Nosotros no hemos restringido el crédito. Lo que pasa es que ahora somos más exigentes con la evaluación del riesgo". Empresarios y expertos aseguran que ésta es la respuesta oficial de los bancos, pero la realidad dista mucho de esta frase. Las asociaciones de jóvenes empresarios aseguran que las entidades bancarias se han convertido en "expertas" a la hora de dar largas a sus peticiones, ya sea para la renovación de creditos o bien para la concesión de otros nuevos que sirvan para iniciar algún negocio.

Además los pequeños empresarios, acostumbrados a un trato más cercano con las entidades financieras, aseguran que ya no importa que "te conozcan de toda la vida o que lleves muchos años trabajando con ellos". Según las fuentes consultadas, los bancos confiesan a puerta cerrada, que la morosidad y la situación financiera ha empeorado más rápido de lo que preveían.

La Cámara de Comercio de Madrid ya ha puesto en marcha acuerdos con La Caixa para dar liquidez a las pymes de la comunidad con 2.000 millones de euros. Ahora, según su presidente, negocian con otras entidades llegar a los mismos acuerdos para aumentar el número de empresas que pueden acogerse a estas ayudas.

"Con Caja Madrid se está cerrando y luego llamaremos a otras puertas, como la del Santander o el BBVA. Lo hacemos en combinación con AvalMadrid para evitar en la medida de lo posible la suspensión de pagos de algunas compañías", explica Santos. Éste es uno de los principales problemas de muchas pequeñas empresas. "Son rentables pero por la falta de acceso a la financiación se ven abocadas a la suspensión de pagos", aclara Rius.

¿Quién se salva?

De esta crisis de financiación se salvan pocos sectores. "Quizás el de la alimentación o el del ocio, cines por ejemplo, pero son los menos. Todos están afectados: el turístico, por supuesto también el de la construcción, el del hogar, electrodomésticos y un largo etcétera", enumera Santos.

La pregunta que ahora ronda la cabeza de los pequeños empresarios es hasta cuándo durará el corte de crédito. Y la respuesta es que nadie lo sabe. El presidente de la Cámara de Comercio de Madrid apuesta por no salir de esta situación antes de 2010, mientras que el presidente de la Ceaje opina que la crisis como país y como modelo productivo "va para largo".

Enric Rius aclara que la recuperación del mercado será larga. "Primero hay que recuperar la confianza en el sistema y que los movimientos políticos sirvan para dar seguridad, segundo mejorar la liquidez y por último corregir el exceso de los últimos años", explica. Los tres coinciden en que el caso de España es peculiar ya que tiene que superar, por un lado la crisis del sector inmobiliario, y por otro, la crisis financiera en sí.

Pero mientras, hay que sobrevivir y las opciones son arriesgadas. Rodríguez-Carmona opina que primero hay que evaluar la posibilidad de adaptar la empresa "y basar el día a día en la liquidez que genere la compañía sin contar con crédito externo". Rius recomienda abrir más vías de financiación y valorar las sinergias que pueden crearse con otras empresas para compartir gastos de logística y distribución por ejemplo. Santos Campano apunta como soluciones pasarse a una franquicia de éxito o incluso "escuchar" los consejos de empresarios ya jubilados que sí saben lo que es pasar una crisis. Consejos hay muchos, pero todos coinciden en una cosa: "Hay que hacerlo con rapidez".

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