Empresas y finanzas

La cúpula de Gas Natural regresa de Colombia sin acuerdo para Electricaribe

  • Los presidentes, Fainé y Santos, se reunieron a puerta cerrada
  • En las conversaciones no se cuestiona el negocio de gas
  • Hay de plazo hasta febrero para llegar a un entendimiento

Isidro Fainé, presidente de Gas Natural Fenosa (GNF) y Rafael Villaseca, consejero delegado de la multinacional, han regresado a España tras visitar Colombia para negociar un acuerdo amistoso con el Presidente y varios ministros del país sobre su filial Electrificadora del Caribe (Electricaribe), que evite un arbitraje internacional. El viaje no ha resuelto las discrepancias, aunque las negociaciones continúan con interlocutores de menor nivel.

Poco tiempo estuvo Fainé en Colombia. Apenas un día. Lo justo para tomar un distendido café con la plantilla local y trasladarle un mensaje de tranquilidad, y para mantener una reunión a puerta cerrada con Juan Manuel Santos, presidente del país, en el marco de las negociaciones sobre Electricaribe.

Villaseca estuvo una jornada más -regresó el sábado a España-, y también volvió sin haber hallado una solución para la filial. Al otro lado de la mesa de negociación se habían sentado Germán Arce, ministro de Minas y Energía, Mauricio Cárdenas, ministro de Hacienda y Crédito Público, y María Claudia Lacouture, ministra de Comercio, Industria y Turismo, acompañados de varios asesores.

En contra de lo que ha publicado algún medio colombiano, únicamente hay una mesa en la que transcurren las conversaciones, sin foros paralelos para tratar problemas específicos.

GNF, a un lado, quiere un cambio regulatorio que solucione el problema de la morosidad -hay entidades públicas que no pagan la luz y la Ley impide cortarles el suministro- y del fraude, esgrimiendo una deuda acumulada de 1.260 millones de euros.

Colombia, al otro lado, le exige capitalizar la empresa, con problemas de solvencia que amenazan con provocar apagones -si no puede pagar la energía, le restringen el suministro automáticamente-, e invertir en las infraestructuras eléctricas para mejorar el servicio.

Las posturas son las mismas desde hace años, pero ha ido creciendo la tensión, hasta el punto de plantearse la intervención pública de la empresa, lo que obligó a GNF a activar en julio el Pacto de protección de inversiones de España y Colombia, que derivará, si no hay entendimiento, en un litigio internacional hacia el mes de febrero.

Arbitraje internacional

En Colombia no son pocas las voces autorizadas que opinan que el país perderá ese hipotético arbitraje, pero la situación está tan enquistada -los políticos no asumen sus responsabilidades y cargan contra la empresa para descargar en ella las iras populares- que, a pesar de ello, el caso bien puede acabar sometido al criterio de los jueces.

Sea como fuere, las negociaciones no han concluido; hoy mismo se reanudan -ayer fue festivo allí-, si bien a menor nivel: por parte de la compañía las dirige María Eugenia Coronado, directora general de todas las actividades en el país.

No se trató el negocio de gas

Lo mejor de todo quizá sea que el otro negocio de GNF en Colombia, la distribución de gas, no se cuestiona; ni siquiera se ha hablado de ella en las negociaciones.

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