
El presidente de honor de Freixenet, Josep Ferrer Sala, ha retirado la oferta que hizo para comprar el 51% del capital de la empresa a los miembros de las familias fundadoras al no haber conseguido la financiación necesaria, unos 230 millones de euros, según publica hoy La Vanguardia.
Fuentes de la empresa consultadas por Efe han declinado hacer declaraciones sobre este asunto hasta que esté cerrado. Con esta oferta, Ferrer pretendía que Freixenet continúe siendo una empresa familiar ante la oferta de compra realizada por el grupo alemán Henkell.
Las tres ramas de la familia se han posicionado de manera diferente frente a las opciones de venta y, mientras que Josep Ferrer, que controla el 42% del capital del grupo, y sus hijos han apostado por mantener el control de la empresa, el director financiero del grupo, Enrique Hevia, y sus hermanas, con el 29% del capital, son partidarios de vender.
Los hermanos Bonet, por su parte, han tomado diferentes opciones, aunque el presidente del grupo, José Luis Bonet, y su hermana Pilar, propietarios del 7,5% cada uno, optan por la continuidad.