
Evitar el deterioro del margen de clientes -el que se obtiene por el juego entre cobrar intereses en los créditos y retribuir el ahorro- se ha convertido en una misión vital para la banca. Pero los tipos ultrabajos, la retirada de cláusulas suelo y el cada vez menor espacio para abaratar los depósitos lo dificulta sobremanera. Solo BBVA y Sabadell han sido capaces de mejorar la rentabilidad por cliente en los primeros nueve meses del ejercicio y la amplían en el año transcurrido desde septiembre de 2015 -en este plazo lo logran igualmente Bankinter y Caixabank-.
El grupo presidido por Josep Oliu exhibe el mayor ratio desde que se lo arrebató al Popular, entidad que tradicionalmente sacaba mayor provecho en la relación con el cliente, en el otoño del 2015. El diferencial del grupo catalán alcanzaba el 2,60 por ciento en el negocio doméstico y el 2,72 por ciento cuando se incluye la filial británica TSB.
El Sababell amplía este margen en 0,01 puntos desde final de 2015 y 0,13 en los últimos doce meses, gracias, sobre todo, al abaratamiento de los depósitos. En ese lapsus de tiempo el Popular ha visto, en cambio, diluirse el margen en 0,22 y 0,28 puntos, respectivamente, y deslizarse al 2,28%. Gran parte del impacto esconde la retirada de las cláusulas suelo hipotecarias que aplicó a unos 101.000 clientes al arranque del presente ejercicio.
Son, en ambos casos, diferenciales superiores al resto de entidades por al alta penetración en clientes pymes y autónomos, cuyo negocio ofrece mejores márgenes que los que se extraen al cliente particular donde el gran peso de los préstamos para vivienda suele condicionar a la baja la rentabilidad global.
CaixaBank es la tercera entidad del ranking, con un 2,04%, apenas 2 puntos básicos inferior al consignado al cierre del pasado ejercicio a pesar de que anunció igualmente la retirada de los topes hipotecarios a finales del pasado ejercicio. La evolución de esta rúbrica es, junto con la de Bankinter -que se mueve en el 1,71%- una de las más estables y resistentes al deterioro acusado por la mayoría de las entidades.
BBVA ha sido capaz a su vez de ganar siete puntos básicos en lo que va de ejercicio y recupera el margen que tenía hace un año, situado en el 1,83%. En Santander cae 9 puntos en el año y 18 desde septiembre del pasado ejercicio, hasta quedar en el 1,57% después del lanzamiento en la primavera de la Cuenta 123.
El margen más estrecho de la gran banca corresponde a Bankia, situado en el 1,41%. El diferencial empeora 15 puntos básicos en nueve meses y 8 en el año, con mayor afectación que otras entidades a la revisión de tipos en sus créditos con el euribor negativo.
Para contrarrestar ese impacto las entidades han ido bajando la rentabilidad a los depósitos, pero esta hucha ya presenta síntomas de agotamiento: en las nuevas captaciones se ofrece de media un 0,15% TAE, estando la cartera remunerada al 0,40. Nada que ver con el casi 3% que pagaban en 2012. Las alternativas, de contratar un mayor volumen de crédito y comercializar productos generadores de comisiones, tampoco son fáciles porque dependen del cliente