Empresas y finanzas

Garoña, parada en 2012, construye un almacén para sus residuos radiactivos

  • Idom inició las obras en agosto, con un presupuesto de 12 millones

La central nuclear de Santa María de Garoña, parada desde diciembre de 2012, está construyendo desde agosto un Almacén Temporal Individualizado (ATI) para sus residuos radiactivos. Tanto si vuelve a operar como si se clausura definitivamente, lo necesita, habida cuenta de la incertidumbre que rodea el Almacén Temporal Centralizado (ATC) previsto en Cuenca. En paralelo, EDF cifra en 1.000 millones el coste del parón de sus reactores nucleares.

Garoña, como todas las demás plantas atómicas, cuenta con una piscina para albergar el combustible irradiado que ha empleado para generar electricidad desde su puesta en marcha, el 2 de mayo de 1966. Después de tanto tiempo, aunque parte de sus residuos están en Reino Unido, la piscina contiene más de 2.505 elementos de combustible y se halla al 96% de capacidad, según los datos de Foro Nuclear, la asociación sectorial.

Esta misma entidad comenta que si el ATC ya estuviera en marcha, quizá no sería necesario que Garoña dispusiera de un ATI. Pero habida cuenta de la situación del ATC, planificado en terrenos de Villar de Cañas (Cuenca), pero vetado por el Gobierno de Castilla-La Mancha -ha ampliado una zona ambientalmente protegida para impedir su ejecución-, que Garoña disponga de un almacén propio es indispensable en cualquiera de los escenarios que se barajen.

Enresa, responsable de la gestión de los residuos radiactivos y parte activa del ATI de Garoña, remite a elEconomista a Nuclenor, propietaria de la central. Y ésta especifica que el ATI es necesario si la central sigue, porque la piscina de combustible usado alcanzaría su capacidad máxima en una nueva recarga de combustible, y, en caso de cese definitivo, porque hay que sacar el combustible de la piscina para poder desmantelar la instalación.

El ATI de Garoña, de hecho, está en construcción desde el pasado mes de agosto. La ingeniería Idom es la responsable de su diseño y construcción, con un presupuesto de unos 12 millones de euros. Si se cumple el calendario, estará concluido en marzo de 2017.

La nueva instalación ocupará una superficie cercana a la hectárea, de la que unos 7.200 metros cuadrados estarán pavimentados e impermeabilizados. El material radiactivo descansará en 16 contenedores que se ubicarán sobre dos losas de hormigón de categoría sísmica, con 60 centímetros de espesor y 800 metros cuadrados cada una.

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Comentarios 2

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RG
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Que me expliquen: la rentabilidad de un central, atomica o no, se calcula durante los años en los cuales la amortización, los dividendos, el mantenimiento el desmantela miento etc. se calculan. Cuando se les deja funcionar más de esos años, casi todo es beneficio. Y ya no veo el por que de que el desmantelamiento sea a cargo del Estado es decir el contribuyente.

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#1
Jj
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Saludos

Puntuación -2
#2