El margen de refino de Repsol, un indicador clave para el negocio downstream, se ha reducido un 42% en relación a septiembre del año pasado.
Repsol remitió ayer a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) sus datos operativos provisionales correspondientes al tercer trimestre de 2016, que anticipan un flojo resultado trimestral.
La producción cayó en todas las regiones en las que opera la empresa y se situó en 669.000 barriles diarios. Se trata de un 4,1% menos que en el segundo trimestre -ha habido varias paradas programadas de mantenimiento-, pero es un 2,4% más que hace un año y está en línea con las previsiones de la compañía.
El margen de refino registró una reducción del 42% desde septiembre del año pasado y del 21,5% en relación al segundo trimestre. En la fuerte bajada interanual hay que tener en cuenta que durante el año pasado los márgenes fueron anormalmente altos. Y la empresa achaca a condiciones de mercado la bajada de uno a otro trimestre.
En cualquier caso, el margen de refino se situó en 5,1 dólares por barril, un nivel por debajo del valor mínimo establecido en su Plan Estratégico, de 6,4 dólares por barril. No obstante, la petrolera apunta que el indicador ha subido ya a principios de octubre a más de siete dólares por barril, con lo que en la media anual estará por encima del suelo previsto en dicho Plan.
La multinacional presidida por Antonio Brufau también recuerda que gracias a su elevado nivel de utilización de las refinerías -se situó en el 106,9% y ya no pararán hasta bien entrado el año que viene- obtiene un dólar adicional de cada barril.
El margen de refino es uno de los indicadores fuertes de Repsol y acostumbra a ser mejor que el de su competencia.
