Alberto Nadal, secretario de Estado de Energía, impartió una conferencia magistral durante el acto organizado ayer por elEconomista, en la que desgranó su receta política para encarar la transición energética de los próximos 15 ó 20 años. Cinco son los puntos clave, pero se pueden resumir en uno sólo: "No volver a hacer barbaridades, y eso incluye no volver a poner el sistema energético español en déficit".
Nadal arrancó su intervención con una reflexión histórica sobre la importancia de la energía y del sector energético, que consideró el más importante para la sociedad y la economía; precisamente por eso, es clave acertar en las políticas que permitan que sea asequible.
A los elementos tradicionales de la energía, y a esa necesidad de que sea barata, se ha sumado que el uso masivo de energía genera costes ambientales que hace 10 ó 15 años no se veían: "La emisión de CO2 tiene un límite y ha llegado un momento en que no se pueden usar los recursos energéticos como si fueran libres, porque se interfiere con la actividad que hacen otros seres humanos".
Así ha ocurrido ya en otros sectores, como los bosques o la pesca; antes la pesquería era libre, pero la escasez del recurso ha obligado a introducir derechos de propiedad y de mercado, de un modo civilizado. "Y lo mismo está sucediendo con el uso de la atmósfera y las emisiones de CO2".
De un modo paralelo, se han desarrollado las energías renovables, "que aún son más caras que las convencionales", pero que están reduciendo sus costes poco a poco.
En las próximas décadas crecerá el consumo de energía, aunque ésta se usará más eficientemente; la meta final es que ese crecimiento no se haga con hidrocarburos, sino con energías renovables y con almacenamiento. En este período, las renovables probablemente sí serán competitivas, "pero la clave está en qué hacer hasta ese momento; dicho de otra manera: ¿cómo hacer la transición energética?, ¿qué política energética desarrollar?"
Depender de hidrocarburos
El secretario de Estado señaló en este punto que tenía dos noticias, una buena y una mala. La mala es que seguiremos dependiendo de unos hidrocarburos de los que España carece "y además hay mucha gente que ni siquiera quiere buscarlos"; y la buena es que España dispone de buenos recursos eólicos y, sobre todo, solares.
Por eso la transición tiene que abordarse con hidrocarburos y con renovables "cuando tienen sentido común". En este sentido, criticó duramente la intención del anterior Gobierno socialista de "traer el futuro al presente".
Cinco puntos clave
Nadal expuso cinco puntos clave que debería tener en cuenta la política energética de las próximas "dos o tres legislaturas", con vistas a afrontar con éxito el período de transición energética:
El primero, "no volver a hacer barbaridades", en alusión a la política energética de sus predecesores, que dejó como resultado un sistema eléctrico al borde de la quiebra. Como ejemplo de dichas "barbaridades" hizo referencia a la entrada masiva de energía solar fotovoltaica durante los años 2007 y 2008, "a un precio 14 veces superior al actual"
El segundo, "eficiencia, eficiencia, eficiencia... Con la que no hay error posible". Para un país sin hidrocarburos como España, se impone la necesidad de aprovechar al máximo los recursos disponibles. Esto, por otro lado, debe enfocarse en un marco de colaboración público-privada con las empresas.
El tercero, resolver los dos problemas que, a su juicio, ahora plantea el mercado eléctrico. El uno está "no tanto el pool como los mercados de ajuste", por su gran complejidad y abundancia, que pueden optimizarse y simplificarse con tecnología. El otro es la ausencia de un marco normativo para facilitar la inversión en generación firme que respalde una intermitente generación renovable que deprime el precio y elimina su valor como señal para la inversión.
El cuarto sería impulsar las interconexiones eléctricas y gasistas. La introducción de renovables intermitentes exige mantener centrales convencionales paradas, pero listas para actuar en caso de que falte viento o sol. Este riesgo y este coste se pueden "compartir con el resto de la UE" al utilizar las interconexiones y la posibilidad de usar el intercambio de energía como respaldo. Además, indicó, "el resto de Europa tendrá mucho interés en conectarse con España para aprovecharse de los recursos eólicos y solares del país; en ese momento en España podremos cambiar agricultura por generación de energía".
El quinto es una política de gestión económica de las infraestructuras de red. Para ello hay que dejar de ceder a los intereses y las presiones políticas territoriales, como ha sucedido con las regasificadoras y con determinadas comunidades autónomas, "y sacar rendimiento de los activos que tenemos".
Según el secretario de Estado, con este programa de Gobierno se conseguiría una transición energética exitosa; habría una integración gradual de las energías renovables "en función de su coste", aumentaría el ahorro económico, mejoraría el ordenamiento de los recursos energéticos, se minimizaría la injerencia política en cuestiones técnicas -para lo que haría falta "de una vez" un pacto de Estado- y usar las infraestructuras de gas y nucleares, "unos activos que no podemos permitirnos cerrar".
La regulación del autoconsumo no impide que éste sea eficiente
A la salida del acto, la prensa preguntó a Nadal que cómo valoraba el hecho de que en el reciente Acuerdo de investidura entre PP y Ciudadanos se mencionara explícitamente la polémica regulación del autoconsumo eléctrico aprobada por su departamento.
Textualmente, el Acuerdo reza que "se eliminarán las dificultades que pudieran existir al autoconsumo eléctrico eficiente (coloquialmente conocido como ?impuesto al sol?) con el fin de promover un marco regulatorio estable y propicio para la generación a pequeña escala, promoviendo la reducción de precios", lo que se puede interpretar como una desautorización a su trabajo.
Nadal, con rotundidad, respondió que "el pacto habla de autoconsumo eficiente, para quitar los obstáculos si los hubiera. Yo no tengo duda de que la regulación actual no tiene ningún obstáculo al autoconsumo eficiente". Durante su intervención había alertado del uso "propagandístico" del concepto de ?impuesto al sol?: "Cuando a la gente le preguntas lo que es, no lo sabe".