Eiffage es una compañía francesa con más de 170 años de antigüedad dedicada a la construcción, obra civil y energía. El grupo construyó la torre Eiffel como referencia y tiene una facturación anual de 14.000 millones de euros, 75.000 empleados y actividad en Alemania, Bélgica, Polonia, Italia, Gran Bretaña, España y Portugal, además de Francia. La división de energía, que engloba todo aquello que no es obra civil, da servicio a actividades renovables. Su director general es José Manuel Martínez, un albaceteño que llegó al grupo en 2005, tal y como cuenta a elEconomista.
¿Cuál ha sido la trayectoria del grupo en España?
En España nos hemos convertido en los líderes del grupo a nivel mundial de todas las actividades renovables. Además, los clientes, terminada la expansión de renovables en España, han empezado a saltar a otros mercados y nosotros lo hemos hecho también. Así, hemos tenido un desarrollo importante en estos últimos años debido a nuestra experiencia a nivel mundial.
¿Qué peso ocupa la energía renovable en nuestro país?
A día de hoy, la energía fotovoltaica y la eólica han alcanzado un grado de madurez y un nivel de precios, por el que no necesitan ningún tipo de subvención para ser rentables.
¿En qué países se encuentran?
Eiffage Energía está en México, Chile y Brasil porque nuestros clientes nos han invitado a ir, lo que da una seguridad de actividad y de cobro perfectamente definida. De este modo, con un desembarco bastaste limitado en recursos -seis o diez personas- se ha podido atender una cifra de negocio importante que ha permitido generar el embrión en el país para desarrollar el resto de actividades. Latinoamércia es una zona de acceso muy fácil para los españoles, por lo que la expansión del grupo francés a través de la filial española era un proceso razonable.
¿Qué motivó su salida al exterior?
Nos lanzamos a otros espacios geográficos por la caída que se produjo en nuestra actividad nacional debido a la paralización de las subvenciones tras el alto en las subvenciones por la crisis. Además, la generación de energía en España sobrepasa a las necesidades del país, por lo que las nuevas inversiones no tienen mucho sentido, salvo para alcanzar los compromisos adquiridos en los acuerdos de reducción de las emisiones.
¿En qué proyectos están inmersos actualmente?
En la banda tropical africana -desde Senegal hasta Gabón- el grupo lleva presente más de 100 años. En esta zona hay un volumen de desarrollo muy grande en infraestructura de alta tensión, de interconexión eléctrica de los países y de fuentes renovables alternativas. Así, hemos ganado en Senegal un parque eólico para Vestas, que se empezará antes de que termine el año, y la compañía va ganando grandes proyectos de infraestructuras de interconexión entre países de esta zona. Por otro lado, debido a nuestra capacidad para trabajar en el extranjero, hemos montado la Dirección Internacional de Alta Tensión, para dar servicio a todo el desarrollo en infraestructuras eléctricas en África y soporte a Sudamérica, que se implantará en Madrid.
¿Qué expectativa de futuro tienen?
Seguiremos yendo a mercados que tengan una estabilidad socio-económica y política más que razonable. Además, queremos seguir creciendo en España, buscando empresas de nuestro sector que tengan presencia en zonas en las que no estamos. También, vamos a crear una nueva sede para ampliar las infraestructuras que tenemos y empezar la actividad en Perú, que se encuentra actualmente en crecimiento sostenido; en Bolivia, donde estamos intentando concretar algún proyecto; y en México.