Empresas y finanzas

Los pacientes que no siguen su tratamiento nos cuestan 11.250 millones cada año

  • El incumplimiento sistemático de las prescripciones es todo un derroche

Tratamientos innecesarios, pruebas complementarias adicionales, incremento de consultas clínicas, mayor incidencia en morbimortalidad e ingresos hospitalarios. Son solo algunos de los efectos secundarios que tiene el incumplimiento de los tratamientos prescritos.

El coste para el Sistema Nacional de Salud es millonario. Hasta 11.250 millones de euros al año se podrían perder por la falta de adherencia a la medicación o a las pautas de estilo de vida marcadas por los especialistas, según la extrapolación a España de un estudio a escala europea que cifra el impacto económico en 125.000 millones de euros para la UE.

El Observatorio de la Adherencia al Tratamiento (OAT) acaba de recordar el problema de salud pública que supone omitir las indicaciones en la medicación o no seguir las recomendaciones expertas en dietas, nutrición o autocuidado, y el derroche económico que provocan estos incumplimientos. Esta asociación, que reúne a médicos, enfermeros y farmacéuticos independientes, acaba de lanzar una encuesta entre la profesión médica para detectar las causas que motivan la falta de adherencia entre los pacientes con unos resultados que bien pueden calificarse de alarmantes.

Falta de tiempo

Cerca del 35% de los 1.157 médicos encuestados por el Observatorio afirma no realizar un control sistemático del grado de adherencia al tratamiento de sus pacientes por falta de tiempo. "Se tarda solo 15 segundos en preguntar si se toma las pastillas", se lamenta la doctora Pilar de Lucas, jefa de sección de Neumología en el Hospital Gregorio Marañón y vocal del Comité Científico del OAT, durante la presentación del estudio en Madrid el pasado 1 de julio.

Esta falta de adherencia a los tratamientos farmacológicos está detrás de 200.000 muertes prematuras de ciudadanos europeos cada año (18.000 en España), según cálculos de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria.

La continuidad asistencial es una de las claves para promover el seguimiento de los tratamientos, sostiene José Luis Cobos, director general del Instituto de Investigación del Consejo General de Enfermería. "Es necesario caminar juntos y hacer un trabajo en equipo por parte de todos los profesionales que intervienen en la atención al paciente, para concienciar de la importancia de la adherencia a los tratamientos, tanto fármacos como pautas saludables". El vocal del Comité Científico del OAT también reclama a la Administración que se implique a fondo. "Hay centros en Madrid con experiencia a la hora de reducir reingresos a través de gestores de casos, han demostrado ahorros y hay que apoyar estas iniciativas", asegura Cobos.

El paciente no está exento de culpa "y no hay que eximirle de su responsabilidad", apunta la doctora Pilar de Lucas. Esta experta considera que "hemos pasado de un modelo paternalista a otro en el que el paciente toma sus propias decisiones y debe tener una mayor responsabilidad en su cuidado y conocer los costes que supone para el SNS".

La adherencia depende de la enfermedad y también del tratamiento. "Las patologías donde resulta más difícil el cumplimiento son la obesidad y las relacionadas con hábitos de vida como el tabaquismo o el alcoholismo", explica el presidente del Comité Científico del OAT y catedrático de geriatría en la Universidad Complutense de Madrid, José Manuel Ribera. "Hay bastante consenso en destacar la dificultad de mantener una buena adherencia en las enfermedades vinculadas a la esfera psíquica y en otras como son las relacionadas con la corrección del colesterol, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica o la osteoporosis", añade.

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