Nootrobox ha dado con la clave para multiplicar la eficiencia de sus empleados. Nada de complicados sistemas de incentivos, ni de máquinas recreativas en la zona del vénding: esta empresa californiana ha decretado la prohibición de comer una vez por semana y, según sus fundadores, la medida funciona.
Claro que Nootrobox no es una empresa cualquiera. Lo suyo no es aumentar la productividad al estilo de Amazon, midiendo con precisión de milésimas de segundo el tiempo que los mozos de almacén pierden yendo al baño, sino la disciplina conocida como biohacking.
Se trata de todo un campo de experimentación que trata al cuerpo humano como una máquina, e intenta utilizar lo que sabemos del metabolismo para obtener el máximo rendimiento. Ese es precisamente el campo de negocio de Nootrobox, que se ha especializado en diseñar alimentos que mejoran el rendimiento del cerebro, como las gominolas de cafeína que, ingeridas regularmente durante el día, mejoran la productividad de los trabajadores que las toman.
En el caso de Nootrobox, sus cuatro empleados se han convertido a sí mismos en conejos de indias de un experimento por el cual, cada martes, ayunan durante todo el día.
Eso les permite aspirar a un estado de ketosis, que Wikipedia define como "la situación metabólica del organismo originada por un déficit en el aporte de carbohidratos", y durante el cual el cuerpo se lanza a quemar grasas para obtener el combustible que necesita.
"Al comienzo fue difícil", aseguran los miembros de esta peculiar empresa, "pero ahora es parte, literalmente, de nuestra cultura".
Con esos ayunos de 24 a 36 horas de duración, que culminan en opíparos desayunos junto a otros biochackers, los seguidores de esta filosofía aseguran que "supercargan sus cerebros" y se hacen más agudos, más precisos y, en definitiva, mejores trabajadores.